sábado, 24 de diciembre de 2016

24 de diciembre de 2016

24 de diciembre de 2016
30 años
Es un poco extraño despertar después de haber llorado antes de dormir. Se mantiene la hinchazón de los ojos, un ardor y una nostalgia por aquello que ocasionó en llanto. ¿El culpable?: Napoleón.

Porque faltan palabras para decirte
Porque sobran razones para explicarte
Porque cuento los días de aquí hasta mayo
Porque pasa la vida y te sigo amando

Las primeras estrofas logran sacarme las primeras lágrimas. Iba viajando de Guanajuato a Monterrey, había cruzado ya San Luis Potosí y estaba entrando al municipio de Galeana. Veía la osa mayor a la derecha de mi ventana, en un cielo completamente estrellado. La veía y te recordaba.

Porque tiemblan mis manos cuando las tuyas
Me hacen una caricia de contrabando
Porque tiene sentido por ti la vida
Porque tanto te quiero, porque te extraño

“Porque te extraño”... Eran las 2 de la mañana del 24 de diciembre, Noche Buena, y no hay día, no hay hora que no piense en ti. Estás en el cielo, estás en las estrellas, estás en un anhelo, estás en la música, estás en mis pensamientos. A este momento, quisiera poder desatar mis lágrimas y mis pucheros sin miedo pero tengo un compañero a mi lado, un desconocido, que seguramente me mirará raro, trae sus audífonos pero él verá como me estremezco.

Llegaste tú
Y contigo se abrieron
De nuevo a la vida
Mis cansados brazos

El calor de mis lágrimas es reconfortante, la primera lágrima cae a mi hombro sobre el cual tengo recargada mi cabeza y me sorprendo, cómo pude haber derramado tan rápido la primera lágrima, y recordé: hace poco más de un año lloré en un viaje igual. Él iba a mi lado y yo ya estaba harto de la situación, harto de ser la segunda opción, que aún no decidiera, pero, eso seguro, lo amaba aún más que eso.

Llegaste tú
Y se fueron los fríos
Se acabaron las penas
Y al calor de tus labios
Nació el amor
Como nunca en la vida de mis 30 años

A mis veintiséis años el amor en mi se había presentado un par de veces, pero de ellos nada como el primero. Cuando llegaste tú se acabaron los fríos, las penas, nació el amor... Pero ya no estás, volvió el frío, las penas como la de ahora son frecuentes, las lágrimas ocasionales surgen para sellar la nostalgia de tu recuerdo. Estaba aún sentado, mirando las luces pasar, escuchaba los versos, más lágrimas caían, volvía a voltear hacia la Osa Mayor y aún ahí estabas. Esta canción es tuya, es mía, aunque aún no tenía mis treinta años.

Porque con nada compro
Lo que tu me has dado
Pero si de algo sirve
Lo que he ganado
Sin pensarlo siquiera
Todo lo cambio
Por compartir la vida
Junto a tu lado

¿Volverás? No lo sé. ¿Duele? Si, la ausencia. Pero más me dolía tener que volver a ocultar que te amo, la indiferencia me es fácil actuarla pero nada me gustaría decirte muchas cosas, que me contaras las tuyas. Te extraño. La canción termina, rebobino, empieza de nuevo, igual el llanto.
Me duermo, la canción es para Miguel Abreu, pero al despertar recuerdo un sueño. Gustavo de nuevo apareció en ellos. Es extraño. Lo sigo pensando. Quisiera creer que el que aparezca en mis sueños quiera decir que me sigue pensando igual, porque en él quería hablar conmigo, nuevamente yo me hacía el difícil pero a pesar de todo quería seguir intentándolo. Llora sobre mi hombro, aludiendo mi real llanto. Me acompañaba como en el primer sueño, como acostumbrábamos, meses atrás así era y lo extrañaba. Podrá ser o no ser lo que sea pero con Gustavo viví momentos maravillosos. Aún así me preguntaba por qué aparecía en esos momentos en mis sueños, por quien lloraba era por Miguel. Quería pensar que era porque me extrañaba. Sinceramente, lo dudaba. A mi derecha voltee, las estrellas ahí estaban. ¿Por qué hacemos nuestros problemas tan grandes? Las estrellas están ahí, enormes, haciendo nuestros problemas tan insignificantes. ¿Qué son mis problemas emocionales para la magnitud y belleza del universo? No lo sé pero ahí estaba, y ahí quería estar, llorando por una canción. Una canción que me recordaba a una persona a la que amo. Como nunca en la vida de mis veintiséis años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario