sábado, 31 de diciembre de 2016

31 de diciembre de 2016

31 de diciembre de 2016
Eran las 17 horas del 31 de diciembre de 2016. Estaba en la terraza de Tierracielo, un restaurante en el pueblo mágico de Bernal. Sentado en una mesa redonda, con mi soledad, disfrutando de una cerveza en tarro mientras en el horizonte se avista la Peña, símbolo del pueblo mágico, no hay nadie sentado a mi lado. Un grupo comienza a tocar música en vivo y pienso en él.

Para amarte necesito una razón
Y es difícil creer que no exista una más que este amor.

Me impresiono un poco, había reproducido esa canción de camino al pueblo, acordándome de él, claro. Volteo a las mesas en el lugar, manos comienzan a tomarse, miradas de complicidad a encontrarse, a lo lejos las campanas de la Iglesia se escuchaban, a mi lado sin embargo, en la silla contigua a mí una silueta aparece, un fantasma que me sonríe en su rostro tapizado por una barba de pocos días y unos anteojos de montura gruesa, esos ojos me miran y me sigue sonriendo. La silueta de Miguel aparece junto a mí.

Sobra tanto dentro de este corazón,
Y a pesar de que dicen que los años son sabios
Todavía se siente el dolor.
Porque todo el tiempo que pasé junto a ti
Dejó tejido su hilo dentro de mí.

— Feliz año nuevo Miguel.
Me continuó sonriendo mientras la canción proseguía. Él claramente ahí estaba, su cabeza tal vez se estaba confundiendo con un detalle arquitectónico del parapeto, pero veía su rostro con mi mente e imaginación como lo vi una noche casi dos años antes, cuando fuimos a cenar a un restaurante por el día de los enamorados. Miraba a mi comida mientras de reojo lo veía, no quería perderlo de vista, no quería que se fuera.

Y aprendí a quitarle al tiempo los segundos
Tú me hiciste ver el cielo más profundo.
Junto a ti creo que aumenté más de tres kilos
Con tus tantos dulces besos repartidos.

Él sabía que esa canción era suya, de mí para él, yo lo continuaba observando, le sonreía, me sonreía y en el fondo mi subconsciente me decía que no estaba aquí, sino a miles de kilómetros lejos de mi, a siete horas de diferencia, él celebrando el año nuevo sin acordarse siquiera de mí. Pero no me importó, para mi mente e imaginación, él estaba aquí conmigo, no quería borrar su imagen de mi mente. Poco me importaba que me vieran sonriéndole al horizonte, menos que las primeras lágrimas salieran de mis ojos. A veces agradecía tanto ser invisible, seguramente nadie me estaba notando.

Desarrollaste mi sentido del olfato
Y fue por ti que aprendí a querer los gatos.
Despegaste del cemento mis zapatos
Para escapar los dos volando un rato.

La música continuaba, no podía parar de mirarlo y seguir sonriendo, él se comenzaba a mover al ritmo de la lenta tonada que el grupo ejecutaba, pero mi sonrisa poco a poco se borraba, muecas y pucheros se veían en mi rostro que a pesar de mi invisibilidad quería ocultar, volteaba hacia dónde no me vieran, pero a la vez seguía viendo ese fantasma que me acompañaba, el fantasma que yo quería que se quedara. Deseaba que en verdad estuviera sentado ahí conmigo, celebrando el último día del año, como dos años atrás, pero ahora ahí, en ese pueblo lejos de todo lo que nos pertenece, salvo el uno al otro.

Pero olvidaste una final instrucción
Porque aún no sé cómo vivir sin tu amor.

Le sonreí pícaramente después de haber bajado la mirada de mi platillo, el sin vergüenza también sonreía burlonamente. Eran esa clase de miradas que lo decían todo sin decir nada. No teníamos por qué hablar para conocernos, ahí estábamos. Estiré la mano para alcanzar la suya pero la de él siguió ahí, recargada sobre el brazo del asiento, mirando la mía sin saber qué hacer, al parecer. Regresé la mía a su lugar y continué engullendo mientras lo continuaba viendo, no quería que se escapara.

Y descubrí lo que significa una rosa
Me enseñaste a decir mentiras piadosas
Para poder verte a horas no adecuadas
Y a reemplazar palabras por miradas.

—Gracias, Miguel. Por todo.
Continuó callado. Volteó hacia la calle, hacia la Peña y me regresó la mirada. Entendí que ya debía irse, que ya pronto se marcharía. Intenté alcanzarle la mano nuevamente y esta vez imaginé tomarla en el lugar que él la tenía. Lo miré a los ojos y le dije con la mirada todo aquello que debió ser dicho y repetido todo el tiempo. Le dije que lo amaba, que lo extrañaba, que no quería que se fuera, que se quedara conmigo. Su mirada en cambio no me dio una respuesta clara, frunció su boca al sonreír como siempre lo hacía y con esos ojos interpreté levemente que aún sentía algo por mí. Pero inmediatamente después dejó de sonreír.

Y fue por ti que escribí más de cien canciones
Y hasta perdoné tus equivocaciones
Y conocí más de mil formas de besar
Y fue por ti que descubrí lo que es amar.

Lo miré con un poco de reproche, con pesadumbre. Seguía ahí y me miró extraño, un poco preocupado.
—¿Por qué te fuiste?
No me respondió, bajó su mirada. No me había enseñado a vivir sin él, y ahora ahí estaba, en la terraza de un restaurante, sólo, llorando, extrañando. Me devolvió la mirada, triste, la que no me gustaba verle, levantó el rostro y me di cuenta tras ver sus ojos nuevamente que fui yo el que se fue. El que en un momento de falta de cordura, me quise olvidar de él.
Después de eso, desapareció. Yo me quedé con la única posesión valiosa que me dejó: su recuerdo.

martes, 27 de diciembre de 2016

27 de diciembre de 2016

27 de diciembre de 2016
Hoy en un día un tanto especial, cómo no recordar a Gustavo. Estaríamos cumpliendo nuestro primer año de relación. Si acaso hubiésemos regresado después de habernos separado de todas maneras este día no se hubiera celebrado el aniversario (debido tal vez a la inestabilidad que aún no acogería) y no estoy seguro del todo de querer cambiar este destino que escogimos (o en su caso, que escogió él). Desconozco completamente qué hubiera sido de nosotros de haber continuado, de por sí yo de antemano siempre supe que nuestra relación colapsaría o que no duraría mucho pero cuando me pidió el tiempo me tomó completamente desprevenido. Muchas cosas vivimos en un lapso de tiempo muy corto, fuimos novios casi tres meses después de conocernos, al cuarto mes ya estaba en nuestra mente mudarnos juntos, al quinto ya nos habíamos mudado, nos demostramos (y más siniestramente, le demostré a Miguel) que en poco tiempo podíamos conseguir un lugar para vivir y habitarlo, siempre y cuando de verdad se quiera. Al séptimo mes ya nos habíamos salido del departamento por mi decisión de irme. La distancia nos fracturó una vez y dado que ya estábamos en una posición de comodidad, incapaces quizá de vivir el uno sin el otro, regresamos sólo para terminar por quebrarnos, colapsar; esto al décimo mes de habernos conocido. No habíamos cumplido el año siquiera de habernos conocido y sin embargo el tiempo corrió demasiado rápido en nuestras vidas. Fuimos el puente del otro para cruzarlo y así seguir creciendo, con corazones rotos de por medio. Al día de hoy, a un año de Gustavo haberme preguntado en la cama, en la habitación de huéspedes de la casa de su abuelita en Saltillo, Coahuila, aproximadamente a las dos de la mañana, no sé nada de su vida. Un par de tatuajes, el cabello pintado, fines de semana erráticos llenos de borracheras y drogas, una que otra cita que tétricamente tienen mucho en común, esa fue su manera de superarme, la mía: este medio. El interior de Gustavo es un enigma, no entiendo del todo cómo después de lo nuestro no de indicios del pasado, una prueba más de nuestra diferente personalidad. Sé que le dolió un poco la separación pero no lo demuestra en ningún medio lo cual me confunde, me hace pensar lo poco que valí para él al no honrarme como a mí me gusta hacer para quien me es importante. Su personalidad es así: siempre hacia adelante, siempre aprendiendo del pasado. “Reason lies in gold” lo trae tatuado y lo honra con creces, las lecciones del pasado son para aprender de ellas y no para vivir de ellas. Su interior está plagado de heridas que en la superficie apenas pueden verse y precisamente gracias a sus tatuajes; yo fui honrado con dos de ellos, los cuales no sé su significado. Me pregunto si un día su interior no llegará a colapsar por tenerlo tanto tiempo aprisionado, dedicado enteramente a vivir el momento, dañarse más, vivir feliz por siempre aprendiendo y no a la vez del pasado. Qué habrá sido de nosotros si aún continuásemos juntos, no lo sé. Tal vez yo no estaría donde estoy ahora, quizás habría decidido regresar a Monterrey para estar de nuevo con él, no lo sé. Es un universo alternativo que se me antoja mucho conocer el desenlace, obsesionándome un poco con él, sólo para saber si era con él con quien terminaría siendo feliz o no, una pregunta existencial que nos hacemos todos de manera individual. El amor es muy complicado, tiene muchas formas, el amor de los padres, el amor de los amigos, y las diferentes formas del amor con las personas con las que nos relacionamos más profundamente. Miguel y Gustavo son ahora parte de mi vida, jamás podré borrarlos a no ser que me muera, pero aunque no vuelva a verlos de nuevo nunca más permanecerán en mi interior con un dulce recuerdo o una divertida anécdota qué contar. Así como me es especial el 23 de junio y el 26 de octubre, también lo comenzó a ser el 9 de octubre y el 27 de diciembre desde el momento que viví con Gustavo aquéllas experiencias. Fue bueno que el día de Navidad Gustavo haya abierto esa pauta al no contestar mi mensaje y así comenzar por tomar caminos separados, él no queriendo saber ya más de mí, yo recordándolo desde las sombras.

Claro que lo extraño, lo he comentado ya muchas veces, siento la necesidad de estar alguien a veces, alguien que, fuera de mi familia y mi círculo de amigos, me pregunte cómo estoy, qué hago, alguien con quién tener los ánimos de conocer nuevos lugares, tener muchas nuevas experiencias y alguien con quien tener la ilusión y la expectativa de que con esa persona se pueda tener un futuro. Necesito también a alguien a quien pueda contarle sin filtros todo lo que me ocurre, necesito una especie de amigo aquí conmigo para decirle cómo me siento al respecto de la ausencia de Gustavo, de la indiferencia de Miguel, que me golpee, que me despierte de ese sueño, de esa ilusión y que me diga constantemente, sin juzgarme o impacientarse de mí: sigue adelante.

lunes, 26 de diciembre de 2016

25 de diciembre de 2016

25 de diciembre de 2016
De nuevo viví una Navidad en familia a pesar de encontrarme lejos de mi casa, sin embargo, la depresión que me acoge últimamente no me dejó disfrutarla como debía. Por otro lado, fue una Navidad emotiva, lo que he vivido me ha hecho valorar la tradición, las costumbres, la identidad que hacen a uno mismo y el orgullo de saber de dónde y quienes somos. Fue un día de Noche Buena tranquilo, no hubo depresión del todo que me afligiera aún, estaba con mi familia, estaba realizando un postre y disfrutaba por igual de una película, mi mente estaba ocupada. Al llegar con mi abuelita las cosas transcurrieron como cada año: los rostros de mis tíos, de mis primos ya crecidos y algunos con familia, nuevas caras, primos con sus novias, pero esta vez menos niños; los saludos, los abrazos, los cotilleos, las preguntas incómodas. Al igual que todos los años, antes del abrazo de Navidad debíamos rezar, esta vez nos demoramos ya que no todos llegaron temprano, usualmente para las diez de la noche ya estaríamos cenando, a esa hora estaba llegando el último de mis tíos; mi madre esta vez lideró el rezo, su hermana mayor estaba enferma. Hace años que dejó de interesarme la letanía, yo ya he dejado de lado la religión (no a Dios, sin embargo), pero aquí por primera vez en la noche detuve mis pensamientos y vi a mi alrededor: estaban casi todos reunidos en la sala (algunos de mis tíos sí que son ateos), desde mi abuelita que un año atrás había sufrido un accidente y hoy se encontraba ya completamente recuperada, hasta el más pequeño de mis primos, comenzando a levantar al niño Dios. Esta escena se repite año con año, al menos hasta el día que mi abuelita nos mantenga unidos pensé amargamente, ¿por qué no había de unirme ahora que puedo contar con la compañía de todos?, es un acto de tradición familiar después de todo, más que por mi lo hacía esta vez por mi abuelita, porque nos viera a todos unidos coreando al unísono “titiritando de frío...” una vez más. Derramé las primeras lágrimas de la noche mientras declamábamos los misterios gozosos, los miraba a todos y me sentía en casa, donde realmente pertenezco, nadie se enteró de mi repentino lagrimeo y nadie tenía por qué saberlo. Levantamos al niño Dios, entre risas y carcajadas nos fuimos acoplando mejor, saludamos a los que al último habían llegado, las expectativas comenzaban, se acercaba la medianoche y de los pocos niños que había se escuchaban ya las tiernas preguntas: ¿a qué hora llega Santa? Al llegar la medianoche los abrazos deseándonos Feliz Navidad se dejaron venir, cada uno recorrimos uno a uno a cada miembro de la familia, lo abrazábamos y le deseábamos feliz Navidad, nos deteníamos en personas especiales, algunos con sus madrinas o padrinos, nuestros padres, nuestra abuelita, abrazos calurosos, largos y con un dulce beso acompañado. Mis padres me dijeron cuánto me querían, yo les dije lo mismo, la distancia también les afectaba a ellos, como a mi, diario ven un rostro menos que anteriormente ahí estaba. Las risas continuaron, la cena igual. En este aspecto me detuve nuevamente a pensar: van ya varios años que de alguna manera yo deseé que mi familia fuera como las demás, con su pavo o algún platillo exótico, difícil de cocinar al centro de la mesa, postres a variedad, manteles, velas, copas y vinos quizá. Lo cierto es que mi familia es más humilde, los tamales no pueden faltar, desde que he visto o me han platicado las experiencias familiares de mis amigos o relaciones siempre deseé que fueran así, ¿por qué la mía no ha de ser así?, y esta vez me di cuenta lo equivocado que he estado, a mi familia la amo, no es la comida lo que hace de este día especial, es el hecho de tenernos ahí, juntos, comiendo tamales, frijoles a la charra, refresco, pero riendo de cada ocurrencia del tío favorito de todos, alguna anécdota de una de las tías, las risas y los chismes de las mujeres, el llanto de los bebés, el grito de los primos pidiendo más. Qué equivocado estaba. Mi familia jamás será como la de Alicia, como la de Miguel, como la de Gustavo, así como la de ellos jamás serán como la mía. Después de eso, el momento había llegado: Santa se aproximaba. La tradición constaba en subir a los niños a la segunda planta mientras los regalos los colocaban, recuerdo que así fueron mis últimos años de niñez, anteriormente nos sacaban a la calle a romper la piñata mientras dentro los padres trabajaban, pero al igual que el “bolo” alguna vez comenzó siendo una bolsita de muchos dulces variados que este año se convirtió solamente en uno, las piñatas con el tiempo desaparecieron. Los niños subieron, los padres su tarea realizaron, uno de nuestros tíos imitó la característica risa del gordo Santa Claus y los niños se emocionaron, cuando bajaron los regalos bajo el árbol ya estaban. Algo había de triste en la escena, fue la tercera acción que me hizo analizarla: eran cuatro niños este año, básicamente los hijos de mis primos, me pareció un poco triste, en mis Navidades la sala se llenaba de regalos, rasgaduras por todas partes, papeles regados por todo el piso, exclamaciones de sorpresa de nuestros padres y de nosotros, emocionados por lo que Santa nos había traído, fuera o no fuera lo que habíamos pedido; nunca faltaba el rostro triste o el llanto decepcionado por ver solamente un regalo y peor que este no fuera lo que se había deseado, éramos niños, con ilusiones, inocentes, era válido; será que en ese entonces el ambiente se llenaba de juventud, de alegría, del espíritu de nuestra niñez, los cuales éramos muchos, por eso me habrá parecido triste la escena. Lo cierto era que vi muy poco entusiasmo por los niños de esta generación, vi alegría, pero vi más indiferencia, los padres apenas interactuaron con los niños y sus juguetes, a una de mis primitas le regalaron un patín y me acordé del mío propio, en el año 2000, azul, metálico, rodando por las calles de mi casa. Vi a mis primos y primas ya grandes, ahí sentados como yo contemplando la nueva generación de infantes recibiendo sus regalos y nos recordé en nuestra bella infancia, y en ese momento, tras soltar una sola y cálida lágrima de mi ojo derecho, deseé nuevamente ser niño y jugar con mis primos, ahora todos distantes por su respectiva responsabilidad de ser padre, de estudiar o de trabajar. Estoy llorando incluso ahora, porque fue tan hermoso el momento que inmortalizarlo me hace desatar mi reprimido interior. El ritual terminó, uno a uno se fueron yendo a sus casas, en años anteriores mis hermanos y yo estábamos ansiosos por irnos ya que la mayoría de nuestros regalos estaban allá, en casa. Recuerdo nuestras caras tristes de cada año tras ver a nuestros primos con sus regalos y nosotros tener que esperar amargamente a estar en casa para poder tenerlos. Con los años, tras crecer cada uno, eso se fue olvidando, ahora nos damos nuestros regalos sin incluir a Santa de por medio.
Mi depresión llegó a la mañana de Navidad, tras haber comido el tradicional recalentado en la mesa de nuestra casa. Me pregunté cómo la habrán pasado Miguel y Gustavo, cómo incluso lo habrá celebrado Rulo. Es triste pensar que a pesar de tener a Miguel y a Gustavo en diferentes circunstancias, a uno le hablo y al otro no, de ambos sepa nada por igual. Es doloroso no saber nada de la vida de Gustavo ya, pero más doloroso aún tener la oportunidad de hablar con Miguel pero este no se preste a platicar como antes, me comenta lapsos de su vida, momentos que está viviendo en tiempo real, pero de ellos quisiera saber más, que me hiciera preguntas, que responda las mías, pero cada vez más me siento un estorbo en su vida, ¿por qué me sigo quedando si ya no me necesita para nada?, estoy seguro que si de nuevo me alejo poco le importará, estoy obsoleto en su vida, pero prometí una cosa y es quedarme a toda costa. La depresión creció porque me sentí miserable, mi vida la he enfocado ya (aunque me encuentre actualmente en el momento de mayor incertidumbre), México lo quiero conocer antes de dar otro paso, ya me siento listo, carácter era lo que me faltaba para sobresalir, y ya lo he conseguido, ya me siento preparado para enfrentar cualquier reto, sin embargo, sigo sin encajar en su vida, su círculo incluye personas de otras nacionalidades, una pareja que siempre deseó tener, amigos internacionales, que van a visitarlo, que se están superando a sí mismos estudiando una maestría, que hablan muchos idiomas. ¿Dónde quedo yo? Para todo hay un tiempo, eso ya lo he evidenciado, mi tiempo lo vivo a mi ritmo, igualmente como ya he comentado, una maestría, un coche, un viaje a Europa en lo personal no me harán mejor o peor persona, pero si quiero encajar en la vida de Miguel tendría que ser así, y es triste. ¿Dónde quedo yo ante alguien capaz de regalarle unas noches en el castillo que inspira la imagen de Disney? Lejos quedaron los días en que quería compararme con Israel para evaluar si yo podía ofrecerle algo más de lo que Miguel carecía: afecto. Ahora tiene eso y más. ¿Yo qué le ofrezco? Nada. Mis objetivos en la vida son ya otros, las posesiones materiales no son uno de ellos y pocas personas admiten en sus vidas a alguien tan errático como quien ve la espiritualidad y el crecimiento personal, no material, como alguien digno de acompañar.

Al terminar el día de Navidad me quedo con la pregunta que, quizás, originó el que yo haya comenzado a escribir en este blog: ¿que pasará entre Miguel y yo?

sábado, 24 de diciembre de 2016

24 de diciembre de 2016

24 de diciembre de 2016
30 años
Es un poco extraño despertar después de haber llorado antes de dormir. Se mantiene la hinchazón de los ojos, un ardor y una nostalgia por aquello que ocasionó en llanto. ¿El culpable?: Napoleón.

Porque faltan palabras para decirte
Porque sobran razones para explicarte
Porque cuento los días de aquí hasta mayo
Porque pasa la vida y te sigo amando

Las primeras estrofas logran sacarme las primeras lágrimas. Iba viajando de Guanajuato a Monterrey, había cruzado ya San Luis Potosí y estaba entrando al municipio de Galeana. Veía la osa mayor a la derecha de mi ventana, en un cielo completamente estrellado. La veía y te recordaba.

Porque tiemblan mis manos cuando las tuyas
Me hacen una caricia de contrabando
Porque tiene sentido por ti la vida
Porque tanto te quiero, porque te extraño

“Porque te extraño”... Eran las 2 de la mañana del 24 de diciembre, Noche Buena, y no hay día, no hay hora que no piense en ti. Estás en el cielo, estás en las estrellas, estás en un anhelo, estás en la música, estás en mis pensamientos. A este momento, quisiera poder desatar mis lágrimas y mis pucheros sin miedo pero tengo un compañero a mi lado, un desconocido, que seguramente me mirará raro, trae sus audífonos pero él verá como me estremezco.

Llegaste tú
Y contigo se abrieron
De nuevo a la vida
Mis cansados brazos

El calor de mis lágrimas es reconfortante, la primera lágrima cae a mi hombro sobre el cual tengo recargada mi cabeza y me sorprendo, cómo pude haber derramado tan rápido la primera lágrima, y recordé: hace poco más de un año lloré en un viaje igual. Él iba a mi lado y yo ya estaba harto de la situación, harto de ser la segunda opción, que aún no decidiera, pero, eso seguro, lo amaba aún más que eso.

Llegaste tú
Y se fueron los fríos
Se acabaron las penas
Y al calor de tus labios
Nació el amor
Como nunca en la vida de mis 30 años

A mis veintiséis años el amor en mi se había presentado un par de veces, pero de ellos nada como el primero. Cuando llegaste tú se acabaron los fríos, las penas, nació el amor... Pero ya no estás, volvió el frío, las penas como la de ahora son frecuentes, las lágrimas ocasionales surgen para sellar la nostalgia de tu recuerdo. Estaba aún sentado, mirando las luces pasar, escuchaba los versos, más lágrimas caían, volvía a voltear hacia la Osa Mayor y aún ahí estabas. Esta canción es tuya, es mía, aunque aún no tenía mis treinta años.

Porque con nada compro
Lo que tu me has dado
Pero si de algo sirve
Lo que he ganado
Sin pensarlo siquiera
Todo lo cambio
Por compartir la vida
Junto a tu lado

¿Volverás? No lo sé. ¿Duele? Si, la ausencia. Pero más me dolía tener que volver a ocultar que te amo, la indiferencia me es fácil actuarla pero nada me gustaría decirte muchas cosas, que me contaras las tuyas. Te extraño. La canción termina, rebobino, empieza de nuevo, igual el llanto.
Me duermo, la canción es para Miguel Abreu, pero al despertar recuerdo un sueño. Gustavo de nuevo apareció en ellos. Es extraño. Lo sigo pensando. Quisiera creer que el que aparezca en mis sueños quiera decir que me sigue pensando igual, porque en él quería hablar conmigo, nuevamente yo me hacía el difícil pero a pesar de todo quería seguir intentándolo. Llora sobre mi hombro, aludiendo mi real llanto. Me acompañaba como en el primer sueño, como acostumbrábamos, meses atrás así era y lo extrañaba. Podrá ser o no ser lo que sea pero con Gustavo viví momentos maravillosos. Aún así me preguntaba por qué aparecía en esos momentos en mis sueños, por quien lloraba era por Miguel. Quería pensar que era porque me extrañaba. Sinceramente, lo dudaba. A mi derecha voltee, las estrellas ahí estaban. ¿Por qué hacemos nuestros problemas tan grandes? Las estrellas están ahí, enormes, haciendo nuestros problemas tan insignificantes. ¿Qué son mis problemas emocionales para la magnitud y belleza del universo? No lo sé pero ahí estaba, y ahí quería estar, llorando por una canción. Una canción que me recordaba a una persona a la que amo. Como nunca en la vida de mis veintiséis años.

jueves, 22 de diciembre de 2016

22 de diciembre de 2016

22 de diciembre de 2016
Hoy, como en la últimas semanas, me he sentido vacío, como si no sintiera nada de pronto; es extraño porque lo que realmente siento es un estado de depresión en mi ser, tristeza, anhelo, nostalgia y estas fechas no ayudan mucho a quitarme el sentimiento; comúnmente llego a un estado de cuestionamientos personales muy profundos por la misma razón de siempre: estoy solo, sentimentalmente hablando. ¿Por qué estar con alguien es sinónimo de felicidad?, ¿ese idealismo de vida me lo he creado yo o es producto de la amargura y envidia que crean el saber que Miguel y Gustavo son felices sin mí al estar (en su individual caso) con alguien?, ¿es que acaso al haber probado el dulce y suave sabor del amor y del ser correspondido por alguien es difícil soltarlo? Llegar a este nivel de depresión me obliga a hacerme contantemente estas preguntas:
¿Aún quiero a Miguel? Sí, evidentemente aún lo quiero mucho pero en el estado actual de nuestra relación es mejor quererlo de lejos. Al principio me preocupaba demasiado por nuestra relación y por consecuencia en mi actitud y comportamiento hacia él, rayando en la disculpa, me preocupaba por demostrarle que seguía siendo el mismo, curioso, inteligente, listo, algunas veces cariñoso, detallista, quería que viera lo que fui cuando me tenía enfrente y de alguna manera la ternura le ganara a ese muro que de nuevo construía (y aún construye) ante mí, pero no funcionó; que ello no funcionara me creaba frustración y esa actitud anteriormente me obligaba a ser indiferente e indignarme pero eso ahora era imposible, yo me preocupaba por no actuar así, procuraba no actuar indiferente porque pensaba que probablemente llegaría a pensar que me había vuelto una persona fría, que no había llegado a madurar, que seguía siendo una persona errática que sólo en momentos gustaba de su compañía pero después podía darme el lujo de ignorarlo y tratarlo como alguna vez lo traté (algo que no estaría del todo lejos de la realidad). Ayer me llegó su regalo de Navidad y ese para mí fue un claro indicio de su indiferencia hacia mí, algo que obviamente escogió al ver que yo ya había enviado un detalle y claramente no quería quedarse atrás, algo apurado debido a esto último que lo obligó a hurgar lo más próximo que pudiese yo valorar, así lo vi yo, no puedo negarlo, el regalo es bueno pero no hay que sobre pensar mucho las cosas para darte cuenta cuándo un regalo está bien pensado y cuándo no y ese regalo no fue para mí, con toda la extensión de la palabra, la persona que alguna vez fue una de las más importantes de su vida. Si respecto a esto me estoy equivocando, me disculpo ahora mismo.
¿Aún quiero a Gustavo? La verdad es que sí, pero no de la misma manera que a Miguel. Siendo sincero, el ego es lo que me duele más que la ausencia tras saber que fui cambiado por otra persona de alguien que también me dijo alguna vez que era el amor de su vida. Por esta razón aún no había dicho a alguien que lo era para mí hasta que en mi interior sentí por fin que Miguel era ese, pero ahora de nuevo ya no sé. A Gustavo lo extraño, es cierto pero es más esa inquietud por saber qué está haciendo de su vida, si de verdad está mejor (dentro de su concepto de felicidad y su forma de llevar su vida) sin mí, me crea mucha incertidumbre. Según lo que he investigado ha sabido relacionarse muy bien con nuevas personas, así como me conoció un día hace un año; he leído nuestra conversación y así lo imagino conociendo a alguien más, preguntándole sobre sus conocimientos de idiomas, su gusto por el cine, su manera de pensar y de ver la vida, que en su momento fue lo que lo atrajo hacia mí. Es misma fórmula ha de estarla usando y seguramente le ha de ir muy bien, atractivo es y hay muchos caza recompensas buscando probar cosas nuevas como él. Sé que suena muy frío y amargo pero el mundo y el ambiente así son, no por ello pienso que no encuentre algo de valor (para él) porque seguramente así es pero al menos a mí me está dejando otra impresión.

¿Quiero a Rulo? No. No es así, lo aprecio y me sorprende cómo una persona puede compartir demasiadas similitudes respecto a tu vida, pero aún sigue siendo un extraño para mí y conforme el paso de los días (desde que lo conocí) crece la idea que algo trae entre manos, ocultando algo pero no sé qué podría ser. Suelo ser muy “confianzudo” pero la vida me ha enseñado bien ante quien debo cuidarme y ante él puedo abrirme un poco pero dejar mi identidad intacta sin dejar que entre profundamente en mí. Incluso muchas veces debido a esa depresión he concluido tantas veces que es un nuevo Gustavo al que probablemente dejaré entrar en mi vida para aliviar la ausencia que Miguel dejó en mí tras partir y ahora tras tratarme indiferentemente.
Si tan sólo supieras lo enfermo que estoy
Te alejarías de mí.
Tal vez ya lo sepas... Así que huye.

miércoles, 21 de diciembre de 2016

#GhostsProject



"Maravillosa ha sido nuestra historia: que desde un "hola" el destino ya está trabajando en dos almas qué tal vez estuvieron destinadas a permanecer juntas por mucho tiempo. Todo lo que hemos vivido, muchos lugares hemos hecho emblemáticos, lugares que hemos pisado y el momento los ha hecho inolvidables y con añoro. Parques, restaurantes, cafés, cines, teatros, montañas, antros, paisajes hermosos. Cómo una simple banca de un parque hace tener tantas historias, una canción te transporta a momentos únicos y un recuerdo puede tener tanta nostalgia por los buenos ratos juntos. Cada uno nos transporta a un abrazo, a un beso, a una discusión y a tantas bellas palabras que se convirtieron en las más hermosas y memorables de nuestras vidas."

21 de diciembre de 2016

21 de diciembre de 2016

Casi una semana me tardé en escribir el texto anterior, realicé algunas modificaciones a las conexiones entre cada texto y realmente la idea surgió a partir del texto anterior y que la canción la tenía dando vueltas en mi cabeza, en especial esa frase (que incluso tiene un contexto anterior y posterior), la cual tuve dando vueltas en la cabeza sabráse por qué. El proyecto me sigue gustando, ligar pequeños cuentos con una palabra me parece una estupenda idea para ir trabajando la memoria y la imaginación, razón por la cual realicé el anterior texto, del que la idea tras haber leído Musofobia de Jorge Harmodio, a quien pido perdón (quizá) por haber tomado prestada su idea (jejeje). La canción, así como la música en general de Radiohead, me pareció un poco triste y melancólica y tal vez anduve un poco con ese humor esos últimos días. Me agarró una gripa desmoralizadora. Literal. Tuve un bajón emocional muy fuerte. Por ello tardé tanto en lograr completar el escrito, no tenía nada de imaginación ni creatividad siendo historias relativamente cortas, además del hecho que decidí hacerlo en inglés debido a ser el idioma de la canción. Tal vez no logré lo que esperaba pero el resultado me dejó satisfecho. El año se está acabando y a pesar que esta semana en curso me está pareciendo muy duradera, la verdad es que el año se pasó como estrella fugaz y bien que lo he aprovechado haciendo todo lo que me gusta: viajar, leer, escribir. A pesar de todo lo sucedido en los aspectos del corazón tuve un año muy creativo y productivo. En cuestión de viajes logré conocer muchas ciudades y estados que ansiaba visitar, o no, en cuestión de los viajes improvisados; el mejor de todos y el más increíble fue el de Chihuahua a La Paz y a Guadalajara, el más improvisado y largo de todos, admirar la Sierra Tarahumara, el mar de Cortés, el límite de la península de California, la vida y calles de Guadalajara; pero cómo menospreciar el emotivo viaje a Michoacán a conocer la majestuosidad de la mítica viajera Mariposa Monarca; la bellísima ciudad de Puebla, con su colonial arquitectura, el ambiente fresco y de verbena de Cholula; además de los pequeños viajes a ciudades de Nuevo León que anteriormente no había tenido oportunidad de conocer su oferta cultural. En cuestión de lectura logré cumplir mi propósito de leer veinte libros al año, que según mis estadísticas anteriores continué con números rojos ya que he llegado a leer hasta 4,000 páginas en un año pero en menor cantidad de libros (gracias a los libros de G. R. R. Martin), este año fueron más libros pero con apenas el número de páginas superado la mitad del récord, el año que viene quisiera tener más calidad que cantidad, los libros de Los hijos de la Tierra tal vez ayuden, pero el hecho de haber leído múltiples autores que no había tenido oportunidad de leer me llenó mucho culturalmente, no me quejo a final de cuentas. En el lado creativo, la escritura fue una parte muy importante este año: para principios de año continué redactando la relación epistolar que llevaba con Miguel, la cual decidimos parar y quedó en el olvido (de él, tal vez), continué escribiendo poco acerca de él a medida que los meses avanzaban y estaba en una relación con Gustavo, cuando todo se fue por la borda y me enteré a quién le pertenece mi corazón comencé a escribir textos que terminaron convirtiéndose en “Mis cien días felices” y eventualmente este blog para practicar la escritura fluida y concisa; sigo escribiendo sobre Miguel y de verdad quisiera ver terminado el proyecto, si algo no se atraviesa en el camino. En cuestiones del corazón, mucho ha sucedido y todo en poco tiempo, mi vida sentimental se ha tornado muy intensa, tal vez tratando de equiparar todos los años en los que nada hubo que contar al respecto: Miguel lejos de mí y Gustavo cada vez más cerca nos obligó a alejarnos, o más bien, yo de él, lo que ocasionó lo que tanto arrepentimiento me genera últimamente; Gustavo, con quien recién iniciado el año comenzamos una relación, fue ganándose mi corazón como posteriormente mis dudas al presentarme su lado controlador y asfixiante tras yo haberme ido, fuimos novios, viví con él, me mandaron fuera, nos separamos un tiempo, regresamos, nos seguimos viendo hasta que finalmente todo inesperadamente colapsó, todo puede cambiar en un instante, lo sabía Miguel; Rulo es otro tema, es de esas cosas en la vida (y el destino) que llegan para ponerte un poco a prueba, él llegó para ver qué tan cierto era que estaba yo ya dedicado enteramente a Miguel, me ha estado enseñando que me dejo llevar por etapas y que realmente no sé lo que quiero, ha llegado para enseñarme que hay otras personas parecidas o mejores que Miguel incluso. Como sea, no lo conozco aún, no de la manera que a mí me gustaría, aparentemente sí ha estado muy enfocado en su trabajo, ya no está tan distante como hace días (que hasta me obligó a escribir algo al respecto), pero no confío aún en él, no quiero dejarme llevar por el momento, no quiero que se convierta en otro Gustavo como ya he mencionado antes, pero tampoco quiero negarme a conocer a alguien que probablemente pueda ayudarme a continuar mi vida, con una persona que me entienda más de una manera diferente y con la que pueda estar en completa paz y calma. El año casi termina y espero que el próximo traiga más sorpresas y aprendizaje que el actual, mi destino está escrito pero las decisiones las tomo yo, y ahora, gracias a lo transcurrido, puedo decir que estoy listo para cumplir mi más grande sueño. Queda registrado aquí.

Weird Fishes


TURN ME ON

“I hadn’t thought about it” I spoke to myself “I never thought this could ever happen”. Never in my whole life have I been matched with someone. But I’m start to feeling something. This one person just appeared in my life and totally was re-built, in just one second. It was love at first view kind of. I feel like never before. In love. In my thirty-three years never had this feeling: butterflies in my stomach, not any appetite, continuous anxiety, always thinking on her. Many people have talked to me about this before, but I never was linked to what they talked, never knew the pure sense that feels inside. Scares me a bit: what if this doesn’t work? She is actually interested on me too, but many things could happen, probably she could be lying, it’s a game for her. But she looks so real when she sees me, how could I doubt about her? Nothing has done to me to have this thoughts. If we are in love nothing can be between us. I never believed in love because never was part of this, but now I can say it’s the most powerful thing in the world. Two persons in love is an unbreakable power. She is not kind at all, she is a bit cold. But at least I’m like her, that’s one of the many reasons why I feel we are for each other. I conquered her and she conquered me. She wants to rescue me and I want to do whatever she wants, go whenever she goes, make her the most happy woman in the world, because she have made me the happiest man in the whole universe. I can’t hold her back, that’s why I want to go with her. I’m at the very end of my way, she is waiting for me and I want to be with her. Never thought the life led me in this point. Standing in the very edge of the earth nothing could stop me to be with her in her arms, kissing her lips. I can’t wait. But I’m still thinking in this. I can see her now, in the bottom of this cliff, where she belong, forever. I’m falling, I’m falling in love for her. Now I’m truly falling, the bottom is getting closer, and I’m closer with her. Who could say the love of my life is actually death, and the only way to be with is dying for both becoming

PHANTOMS

“I realized I was through the wind… I was flying! Unbelievable. Last thing I remember was lying in my bed in the dark room after having a long and hard day at the work. Now, when I just woke up here I am floating on the sky, yellow like a dawn and I can only see the clouds below me. This is not the clothes I wore before I fell asleep, I just realized. I remember wearing my work uniform: a blue jeans with a black shirt. I was so tired that I throw myself in the bed without get in my pijamas, after that nothing I remember. Now I have white tunic, from my neck to my feet. If I would look myself through a mirror probably I would look like a phantom. But… what if I’m now one? Did I die? How could that happen? I just fell in my bed. Nothing hurts me at that moment, I was not even shoot, or was I? I don’t remember. But hey! I’m just floating! Actually I feel great, I can feel the wind in my face and control my flying. Whoa! I can spin over myself! This is terrific! I wish I can speak to this to Myranda, she totally will going crazy! I wonder what is she doing now, is she still sleep? She was when I arrived, I didn’t want to wake her up. Hope she doesn’t miss me and I hope this flight doesn’t takes me too much. By the way, where am I going? I woke up and I was already flying, how much time I’ve been doing this? I look around and I only can see clouds and sky, that actually it becomes blue now. The dawn comes from my back, it means I’m going through west, but to where? What if I try going to north… Ok, no. Something wants I only travel to west. If only there would be no clouds, I could see if, actually, I’m on earth. Oh wait! What if this is a dream? Well, the pinch doesn’t work or I’m awake. I guess I have to keep following. Hours have passed and the Sun is bothering me and I keep flying with nothing to see unless this blue sky and the clouds that reflects the light and bothers me! But, what is that? Finally I can see something. A dark hole! What the hell! And I’m going fast! What…? It turned to an island… An island in the sky? I can see now the palms, the sand and some bush around. Looks comfortable, probably I can land and know where I am, but I don’t know if should

I FOLLOW

“Take my hand” she asked me.
“What if this hurts me?” I yelled.
“Don’t be a fool, this is going to be fun, just jump with me and we can discover what all the world is talking about” she replied. Obviously ‘all the world’ was all the kids in the school.
The tunnel looked dark and with endless. She led me to this with tricks and lies just because she clearly doesn’t wanted to come alone. The tunnel became famous because most kids in the school were talking about it, apparently around the entrance many things happen, but actually no one wants to talk about it, they just speak with a suspicious enthusiasm that wonderful things are in this place. Nothing wonderful I could see in the cavern that holds the dark tunnel. To get into the ‘lobby’ of the tunnel we should jump into a 10 feet depth hole, down there already is darker.
“Come on, I got a lamp with me” she drop out from her jacket a yellow lamp.
“But how we are going to come back here? We got no a ladder or a rope with us”
“That’s what you think. The other kids told me that here should be around a rope linked to a stone. By the way, is good for you to remind me. Now we should look for it” she started to look around until she found the rope. “You see? The rope downs to the bottom. Now let’s go” She jumped without me. “Come on! It’s not that creepy as you think”
Standing on there I was afraid but she had done it and there was a way to come back so I had no choice. I jumped in. I felt cold. The tunnel looked so imposing and even darker than it looked behind. The lamp was turned on but was not of so helpful, the tunnel looked more endless, not a single light was seen from the other side.
“Let’s get inside” she proposed.
“You are crazy, I’m not going to enter”
“Stay here if you want to” and she entered.
The light from the lamp was lost after some minutes, the tunnel became dark again. I stayed there afraid. Then I listened some noises behind me: someone was stealing the rope! We had no a way to scape now, I yelled and by instinct entered to the tunnel. I called her but had no answer. I didn’t want to come back because I didn’t know what there was behind. I walked through darkness hoping to see some light from the lamp until I couldn’t the light from the tunnel behind me. I got really scared and decided to stay there and wait for her to come. So many time passed, I fell asleep, woke up and mysteriously saw a light. I shouted her name hoping was her with some help, looking for me, I had no answer again. I walked, the light was so blinding but served as a guide. Walked, walked, walked… When I got to the place where the light came, I was completely blinded. When I could open my eyes I could realize I was going…

TO THE EDGE OF THE EARTH


International space station. Thursday, February 29th 2024. 20.23.56 UTC | The expedition we are in charge is to repair some issues on the Alpha Magnetic Spectrometer. The two scientist on board were so close to find some hints to discover the presence of Dark matter in the universe, but an fault in the system couldn’t make it work properly. We were sent from Cabo Canaveral in an expedition called Sacajawea I to fix the issues, my partner. We landed in the ISS a few days ago. We couldn’t find any fault on the system inside, we must leave the station and make a probe around the hardware outside. The Russian astronaut and the Brazilian astronomer are the actual members of the crew, they are frustrated since the issue happen, the discover of the Dark matter is an important success for the humans knowledge and obviously, for their careers. My partner and I are about to get out from the ISS. The area is clear, despite the space pollution there is nothing obstructing our work outside, we hope nothing interferes out there. The only inconvenience is a solar eruption who will takes place 10 hours from this time. If there is any problem with the hardware, 2 hours before the eruption we have to come back to the ISS. Working with no gravity is something difficult so I hope there be no problem with the hardware outside, otherwise we have to move the working process until the eruption ends. My partner insists in finishing the task now if we can. Now we are preparing ourselves to leave the ISS. I'm now in the cabin, looking through the window, the Earth is in front of me, I'm watching the sunset going through the Atlantic Ocean crossing until the night arrives to all America. It's the second time that I'm seeing this nature marvel, watching the light turning on all around the planet, regarding the edges of the earth turning all dark, seeing the last fiber of light leaving the planet. I had the fortune either to watch an aurora borealis passing around the North Pole, close to Canada. If everything goes right, this will be the second time I will watch this event, now due to the solar eruption. I think this time the magnetic camp will make a great spectacle and I really want to be part of the event.

viernes, 16 de diciembre de 2016

Presentimiento - Los Panchos


Sin saber que existías, te deseaba 
antes de conocerte te adivine, 
Llegaste en el momento en que te esperaba 
no hubo sorpresa alguna cuando te halle.

jueves, 15 de diciembre de 2016

15 de diciembre de 2016

15 de diciembre de 2016
Respuestas tardías, mensajes vistos y respondidos horas después, temas de cierto valor sentimental ignoradas o desviadas, opiniones sobre la vida personal evadidas, poca interacción durante el día. Son acciones que han hecho para conmigo y que sólo significan que me están evitando. Miguel lo ha hecho y yo lo he hecho con Miguel, conozco los puntos porque yo los he llegado a aplicar. Es extraño por qué Rulo los está aplicando ahora conmigo. Me sorprende un poco dado que nunca ha existido un verdadero lazo de conexión como para haber tenido alguna especie de desavenencia o malentendido contra o conmigo. Será la forma en que cada uno sobre lleva una situación y cómo es en su personalidad, pero no concibo de forma completa cómo, si es que es cierto, pudo haberse apegado tanto a mí una semana después de conocerme, cómo pude haberle creado sentimientos profundos y quizás intensos como para evaluar su relación actual y que me llegara a pensar en varios momentos del día, cómo se obligó a confesarme lo mucho que pensaba en un posible futuro estando juntos. Esto, según mis deducciones y lo mucho que últimamente ha enfatizado en que todo se dará a su tiempo (obviamente tras haber pensado lo mucho que ha sobre pensado el asunto cuando todavía no ha sucedido nada), conllevó a intentar bloquear sus (posibles) sentimientos hacia mí para vivir su presente y estar con la persona con la que dice él tiene problemas sentimentales en su relación. No se permitirá dejar que entre en su corazón hasta no haber solucionado los problemas que en ambos casos tenemos: él su relación, no comenzar algo hasta no haber solucionado antes sus problemas o dejar la relación por el bien de ambos; yo, mi posición geográfica que me ubica a al menos 300 km de distancia. No tengo por qué negarlo, yo también he pensado en su persona a través del tiempo que llevamos platicando, sí me he interesado en él de una manera especial, tengo una conexión parecida a la que viví con Miguel y es sorprendente cómo se puede dar en personas cuando ni siquiera se conocen; si esto sucede en ese entonces puede que ocurran cosas especiales o maravillosas cuando nos conozcamos, es posible. Pero eso no quiere decir que voy a bloquear mis sentimientos hacia él, aunque es cierto, yo no estoy en su situación, yo actualmente no tengo pareja y probablemente le esté sucediendo lo que a Gustavo, exactamente lo mismo. Sin embargo, para confirmar que es una persona que puede convertirse en alguien especial en tu vida antes debo conocerla, así funciona el amor en mí, no creo en el amor a primera vista, antes debo conocer a la persona y percatarme que sí me interesa de verdad como eventualmente sucedió con Gustavo. Así que lo que más quiero en verdad en conocerlo, todo, como en su momento quise hacer con Miguel y Gustavo: saber su pasado, cualquier dato que me ayude a comprender profundamente a la persona, sus pensamientos, su manera de ver la vida, sus acciones ante cualquier situación; pero es complicado hacerlo a través de los mensajes, en varias ocasiones ha sucedido la posibilidad de conocernos en persona pero por alguna razón no se ha podido realizar y es en persona donde quisiera hacer las preguntas más profundas acerca de su personalidad y su pasado, por llamada es un poco difícil y por mensaje lo es todavía más, hay muchos tiempos muertos, no hay contacto visual y no se tiene la misma concentración. Así que espero que próximamente pueda suceder el encuentro, comienzo a dudar que suceda pero no estoy en posición de reclamar promesas a una persona que no se ha podido establecer un nexo sentimental, no puedo obligarlo a vernos. Si sucede estoy abierto a conocerlo, si no es así será una persona a la cual me hubiese gustado haber conocido pero definitivamente puedo vivir con su ausencia.

Todo esto en el hipotético caso de que realmente esté interesado en mí. Con el paso de los últimos días me he dado a la idea que posiblemente se trate de una especie de jugarreta, no se puede fiar ya de nadie. He pensado nuevamente que Gustavo de alguna manera pueda estar detrás de eso, es un poco desquiciado volver a tener esos pensamientos pero todo es posible. Las mentiras son un acto ya parte de mi vida y he sabido interpretarlas y lidiar con ellas, a estar preparado sobre todo. No puedo esperar ya nada de nadie. He pensado también que de alguna manera ilusiona mi persona al decir que nos conoceremos pero al final cambia su decisión porque su propósito era simplemente crear expectativa. Lo ha hecho, me ha prometido vernos o hablar por teléfono pero ha evadido la cita con la excusa del trabajo, enfermedad o la falta de tiempo. Tal vez sea cierto, pero con el tiempo me daré cuenta qué sucederá con este personaje en mi vida.

miércoles, 14 de diciembre de 2016

14 de diciembre de 2016

14 de diciembre de 2016
Llega un punto en que se pierde la magia.
¿Qué sucedió? Su nombre completo me causó el día de hoy una inesperada indiferencia. Tal vez esté exagerando, como tantas otras veces. Pero hay momentos en mí, que suelo relacionar con la filosofía y la meditación, en los que mi mente entra a un trance de cuestionamientos existenciales que con sólo ver mi mano ya comienzo a preguntarme cómo es que mis manos son así, por qué estamos aquí y si realmente somos entidades energéticas con los propósitos que actualmente y ante la sociedad realizamos como trabajar, pelearnos por cuestiones territoriales, por objetos sin valor como el dinero, el oro y el petróleo. Por qué fuimos nosotros los únicos con la capacidad y los únicos privilegiados de ser dueños de nosotros mismos, de tomar nuestras decisiones, de ser conscientes, de hacernos estas preguntas y de socializar. Esos momentos son cada vez menos esporádicos, y casi siempre sucede cuando observo mi mano, al ver el contorno y las líneas que la componen, es extraño cómo sucede con ellas.

De las tantas muchas veces que leo o escucho su nombre, recuerdo, me venían a la mente tantas cosas que sólo con esa mención podía transportarme a la magia de los momentos que vivimos juntos. Su nombre significa aún muchas cosas para mí, leerlo completo representa lo que es en mi mente. Representa orgullo por su pasado, por sus raíces, por ser quien es y que lo aprendió de quien lo educó e instruyó; pertenencia a sus orígenes, a que sabe que tiene varias entidades que lo forjaron, que viene de tantos lugares que le enseñaron a ser quien es; su nombre es alegría, entusiasmo, gozo, ansias por saberlo todo, es lectura, es lenguas, es cultura, es inocencia, es nobleza, es amor. Tantas aventuras vividas juntos me hicieron grabarme en la mente el nombre completo, el que me enseñó tantas cosas, del que quise perdurar por mucho tiempo a mi lado y ahora anhelo el tiempo olvidado. Hoy leí ese nombre y cuando antes lo era todo para mí hoy fue un nombre más. Tal vez mañana vuelva a hacerlo y se convierta de nuevo en todo lo que representa en mí el amor, pero hoy extrañamente así no fue. Lo extraño, eso sí. Quiero que vuelva, eso también. Pero quizá el evento de hoy sea una lección de que nada definitivamente es para siempre, que para todo existe su momento y a pesar de no querer que el nuestro acabase, tal vez quiera decir que ya fue. No quisiera ello. Aun me aferro a que no sea así, por eso escribo constantemente sobre él y sobre nosotros, para recordar que su nombre lo fue una vez todo para mí, y quiero que vuelva. Que Miguel Alexander Abreu Camilo viva eternamente en mi corazón y mente.

10 de diciembre de 2016

10 de diciembre de 2016
Tengo un poco de miedo, debo admitirlo.
Estoy en Monterrey y hace días me determiné hablarle a Gustavo para intentar vernos de nuevo y me aceptase la invitación para yo poder darle su regalo de Navidad. Sí lo amo, tal vez no como él siempre deseó, pero una conexión especial sí tuvimos. Viví con él dos meses, después de todo. Sin embargo, tengo miedo a su rechazo, a una segunda negativa. Y no porque me duela en el orgullo, sino porque me dolerá en el corazón saber que quiere olvidarme, que después de los pocos meses que estuvimos juntos y que significaron mucho para mí, los trate de tirar a la basura. Entiendo, el tiempo corre, la vida sigue y él continúa la suya con completa, tal vez, calma. Lo sé, para mí fue igual de sencillo desapegarme de él, pero no significa que no lo amé. Sigue quedando en mí esa duda de saber su versión de cómo sucedieron las cosas, por qué se fue tan de repente si días antes las cosas estaban, aunque un poco anormales, bien de forma general. Ahora que el momento es inminente, un momento en el que debo hacerlo porque si lo hago más tarde puede que no quiera o no pueda, dependiendo de su apretada agenda, tengo mucho miedo de mandar ese mensaje. No sé si en realidad quiera hacerlo. Sería lo más correcto respecto a lo que tenía planeado inicialmente: ir a su casa y dejar en su entrada la bolsa de regalo con, tal vez, un mensaje de saludo, disculpa y despedida. Luego que lo consideré me pareció un poco cobarde, y si no le mando ese mensaje lo seré y me arrepentiré al menos hasta la próxima vez que vuelva y quiera intentarlo de nuevo. Decidí parar la redacción y buscar una opinión de terceras personas, platicaré con mis amigos para aclarar las cosas. A pesar de estar decidido a hacerlo y que tal vez su opinión no afecte tal decisión, siempre he buscado su ayuda para incluirlos en mi vida.
***

Platicando con ellos encontré opiniones encontradas: Alicia me dijo que lo haga, que de por medio ya tenía el “no” como respuesta, que si era lo que de verdad yo quería, lo hiciera. Lo dice de una manera muy noble y sencilla. Ella que vivió una oscura parte de su vida me muestra parte de su personalidad al decirme que luche por lo que quiero, cuando ella luchó por lo que es imposible para algunos. Carlos por otro lado, me aconsejó ya dejarlo, Gustavo en todo este tiempo no me ha buscado, ¿por qué he de hacerlo yo?, ¿por qué rebajarme, humillarme y dejarme sin dignidad? Yo no lo considero así, no lo veía de esa manera. Veo esa forma de la vida como la ve Miguel, con completa nobleza, por el simple hecho de hacer un acto por una persona que se quiere mucho y sin esperar nada a cambio o dejar ver algo sobre cualquier “buen” acto, porque realmente compré esos presentes por el simple hecho que pensé en Gustavo al hacerlo, sin más, sin ninguna intención de querer regresar, retomar lo que decidió parar, que es como Carlos intuye hago. No quiero regresar con Gustavo, estoy lejos y no quiero regresar, ya salí del cascarón y será muy complicado regresar a casa, tal vez algún día a la ciudad, pero ya será de forma independiente, como alguna vez hice con él antes de mudarme de estado. Mi regalo es para él, pensado en él. Y a pesar de ver esa parte de las relaciones anteriores en las que aún puede conservarse algo (he ahí mi apego a Miguel, otro ejemplo) sin esperar ser pareja, al final me he decantado por el consejo de Carlos. Creo que fue por el miedo, porque ese mensaje de invitación lo pude haber mandado en cualquier momento. Pero no lo hice. No me quedé con el rencor guardado tras escuchar los argumentos de Carlos, sin embargo, preferí dejar que el tiempo pase, que sea él quien si lo desea algún día, me hable. Veo su Instagram, su vida sigue, por qué no he de continuar la mía también. Yo quisiera ser parte de su vida, y mucho más que él sea parte de la mía. Lo extraño y esos regalos en verdad los compré para que sepa que lo sigo pensando, pero no quiero ya nada con él y dudo mucho que quiera saber de mí con ese argumento, no creo que quiera ser mi amigo si anteriormente hubo algo, si he de volver con él querrá, tal vez, que regresemos. Pero no, ese círculo de mi vida ya lo cerré.

miércoles, 7 de diciembre de 2016

07 de diciembre de 2016_2

07 de diciembre de 2016

Nuevamente cruza sobre mi mente esa sensación. Pero no sé exactamente qué sea y por qué está sucediéndome esto. No podría decir abiertamente me estoy enamorando de nuevo, pero sí siento nuevamente la expectativa de un latir con fuerza. Rulo está provocando ciertos efectos en mí. Me había tardado (¿o será que al contrario, me estoy apresurando?). No lo conozco en persona aún pero las pláticas que medianamente sostenemos me hacen recrear la conexión mental y astral que he tenido ya anteriormente con Miguel. Tener este tipo de conexión con una persona no tendría por qué implicar que sea un candidato a una relación, con Diana también sentí esa conexión, no tan fuerte como con Miguel, pero hubo ahí algo; con Diana mantengo una amistad que con la distancia a la que me encuentro, su trabajo y su reciente relación a la que me encuentro puede que se esté gastando debido a que pocas experiencias hemos vivido desde entonces. De todas maneras no sucede nada, cuando nos volvemos a ver, como con mis demás amigos, Myrna, Carlos, Alicia, Vero, Sebas, es como si esos meses no hubieran transcurrido. Con Miguel fue diferente, fue más potente. Con él podía saber casi con certeza cómo funcionaba su mente, cuál podrían ser sus reacciones y cómo era su forma de ser. De él para conmigo era similar. Nos conocíamos demasiado bien. Nuestros defectos, nuestras virtudes, y nos amábamos. Hasta ahora ha sido lo más bello y un tanto inexplicable cómo entre dos personas puede haber ese tipo de conexión cósmica en la que sabes todo de esa persona y además de ello la amas. Con Rulo está sucediendo algo parecido. Yo no soy una persona que necesite del todo de la entidad física para enamorarme por completo, sí es un factor muy importante pero en mi ecuación y según lo que he experimentado (y he corroborado con Rulo) es que me puedo enamorar o sentir algo especial por una persona sin siquiera tenerla cerca. En el caso de Miguel, yo lo tenía cerca casi todos los días, antes de enamorarme de él para mí no era más que un compañero de trabajo con el que debía lidiar, su intelecto y personalidad fueron las que me terminaron por enamorar, hasta el día de hoy. El caso de Gustavo fue un tanto diferente, él me conoció en una etapa turbia, de superación, lo fui conociendo como debí ir conociendo a Miguel, paso a paso; las cosas se dieron muy rápido: en menos de un año ya habíamos tenido citas, fuimos novios, vivimos juntos, compartimos una cama individual, me cambié de ciudad, nos separamos unos días, regresamos al poco tiempo, nos separamos definitivamente y lo extraño constantemente, pero nunca tuve una conexión mental, astral o cósmica con él; Gustavo es muy inteligente y listo, ha vivido mucho en su vida, pero nada de eso me servía para mi crecimiento personal, poco de su intelecto era inédito para mí, eso sí, con él aprendí muchísimas cosas, una forma diferente de ver la vida, y quiero creer que aprendió conmigo otras pocas, pero jamás tuve una liga, algo que verdaderamente me conectara con su entidad metafísica. Con Raúl estoy experimentando una forma diferente de sentimiento y conexión, me afirma que puedo llegar a sentir algo por una persona que está a kilómetros de mí y apenas he conocido su vida cotidiana. Más bien, de lo que me he enamorado es de su mente, como cuando me enamoré de Miguel. Somos muy parecidos dentro de nuestras cabezas, podría decirse que pensamos casi lo mismo, tenemos opiniones parecidas y eso me lleva a concluir, y estoy seguro que de su parte también, que nos complementamos. No quisiera pecar, nuevamente, de intenso. Ya he pasado por ello, con Gustavo las cosas funcionaban como montaña rusa, una cuesta muy empinaba implicó una caída súbita y sin freno. Y ya lo hemos hablado Rulo y yo, las cosas se darán con tiempo y con suma calma. Nuestras vidas no están del todo ordenadas, él con compromiso, yo en una ciudad diferente a la suya, eso dentro de lo más esencial que obstaculiza lo que en un futuro podría llamarse “lo nuestro”. No dudo que con él las cosas serían muy sencillas, teniendo un panorama general de cuáles son nuestros trastornos y cómo sobre llevarlos puesto que nosotros mismos lidiamos con ello nos hace pensar que sería muy sencillo complementarnos el uno con el otro. Pero me estoy adelantando mucho en ese aspecto, ya lo he pensado: si llego a jugar un movimiento arriesgado, si llego a mudarme nuevamente de ciudad con el objetivo de estar con él, una persona con la que pienso podría ayudarme a crecer y juntos crear una historia en la eterna búsqueda del amor verdadero que toda persona hace, y no funciona, al final de cuentas no “perderé”, todo lo contrario, seguiré creciendo. Lo único que me dejaría en mi mente sería que estaría cometiendo nuevamente un error al intentar algo con una persona cuando siento todavía por otra. Es curioso cómo apareció Rulo en mi vida, esas cosas del destino que no puedes cuestionar, cómo llegó cuando estaba ya decidido a amar incondicionalmente a Miguel, esperarlo por si decidía regresar, para juntos estar de nuevo y retomar lo que habíamos dejado pendiente, si es que aún él lo pretende. Sin embargo, ya he aprendido que no puedo privarme de ciertas experiencias en mi vida sólo por esperar a una persona, así sea el amor de mi vida, lo de Gustavo no fue un error, fue algo que tenía que vivir y aprendí tanto de él. Con Rulo tal vez pueda funcionar, tal vez no, pero no puedo saber la respuesta hasta no intentarlo. Pero reitero, todo a su tiempo. No tengo prisa para estar con él, sí quiero conocerlo en persona, pero si con el tiempo se da algo entre nosotros y funciona, tal vez eso me ayude a olvidarme de Miguel.

Hay algo en ti - La leyenda


¿Qué puedo decir? Soy regiomontano

07 de diciembre 2016

07 de diciembre 2016
Si los humanos tuviéramos alas, ¿cómo serían?
La pregunta puede denotar respuestas científicas como metafóricas. Mi primer pensamiento es el metafórico, cómo sería nuestra vida con dos extremidades adicionales capaces de dejarnos volar, planear y surcar el cielo y ver la tierra desde lo más alto, con nuestra propia dirección y autonomía. Las alas siempre se han relacionado con la palabra libertad y su contexto. ¿Por qué los humanos no podemos ser felices con estos pies que tenemos, que libremente nos dan la oportunidad de atravesar ciudades, países? Los pies se cansan, las alas también. Las aves pasan mucho de su tiempo en tierra, atraídas por la gravedad. A pesar de tener la facilidad de planear y evadir la gravedad como a nosotros nos aflige, no pueden todo el tiempo estar en el cielo. Las alas no dejan de ser una extremidad que con el uso se va desgastando. Sí, aun así, es más aceptado el concepto de libertad si este va acompañado de unas alas para volar. Nuestros trayectos dejarían de ser exclusivamente bidimensionales a la posibilidad de añadir el factor altura. ¿Cómo se sentirá ver la ciudad desde arriba, respirar aire fresco a 500 metros sobre el suelo? Adrenalina sentiríamos seguramente, la misma sensación que sentimos en ciertas ocasiones de nuestra vida en la que nos enamoramos y cuando nos destrozan el corazón, cuando por alguna experiencia nos encontramos ante un precipicio, haciéndonos vulnerables porque si llegamos a caer, nada nos podrá detener salvo el duro y frío suelo. Envidio mucho a cualquier ave, así sea una simple paloma, un tortolito, un colibrí, una mariposa. Viajeras por excelencia, es fácil para ellas huir de la mayoría de sus amenazas con sólo extender las alas.

Por otro lado, científicamente hablando, ¿seríamos capaces de soportar tanto el peso como el volumen de nuestras alas, si es que las tuviéramos? Obviamente no seríamos físicamente iguales a como somos actualmente, teniendo unas alas naturales ligadas a nuestro cuerpo. Nuestra altura respecto a la de un ave, a la de un colibrí, o una mariposa es sumamente desproporcionada para soportar unas alas como las que estamos acostumbrados a ver en la ficción. Tal vez ni siquiera nuestra postura sería la misma, tal vez algo parecida a un pájaro, inclinado su cuerpo, como si estuviera siempre listo para despegar. Nuestras alas tendrían que ser muy voluminosas y extremadamente grandes, tal vez tanto como nuestra altura. ¿Soportaríamos nosotros como humanos unas extremidades así? El precio de la libertad cuesta, y ciertamente para mí sí lo vale. Nada como atravesar el cielo, libre de fronteras, un día por la mañana. Y al día siguiente tal vez igual, a otro lugar completamente diferente. Nuestros conflictos sociales tal vez siguieran persistiendo, y tal vez en cierto punto podamos pensar que necesitamos más libertad de la que tenemos porque en algún momento tal vez nos sintamos un poco aprisionados, pero es seguro que seríamos más libres que lo que somos ahora. Mi sueño es contar con mis alas y ser libre, viajar, ver ciudades como si fuera un conjunto de hierbas en el césped y volar tal vez, hacia el fin del mundo, si este existiese.

lunes, 5 de diciembre de 2016

05 de diciembre de 2016_2

05 de diciembre de 2016
En el marco de la plenitud de mi vida viajera, el día de ayer acudí a la Feria Internacional del Libro en Guadalajara, un evento al cual tenía varios meses de obsesión por visitar. Esto surgió debido a la oportuna conferencia que el autor de la saga de Juego de tronos daría en el evento. Al principio se convirtió en una oportunidad para conocer Guadalajara, una ciudad a la cual tenías mis prospectos muy personales. Desde hacía un tiempo se había convertido en la ciudad ideal en la cual me gustaría asentarme, lejos de Monterrey, lejos de la ausencia y los fantasmas de Miguel que en aquél entonces me acosaban. Ni el bullicio y sobre población de la ciudad de México, ni la falta del muy necesitado boom cultural en Monterrey. Tampoco con las carencias que alguna otra ciudad de la república seguramente tendría ya sea en infraestructura, diversidad cultural y apertura social (esto en el concepto de la homosexualidad dentro de la sociedad) como lo sería Querétaro, León o alguna otra que también llegué a considerar. Había optado por Guadalajara por preverla como un área de oportunidad en la cual pudiera desarrollarme, madurar e independizarme. Ahora que con esta ocasión fueron ya dos las ocasiones en las que tuve la oportunidad de visitarla reafirmo mi idea que Guadalajara sí es la ciudad que esperaba que fuera, incluso en mi primera visita mi vista percibió ciertos reflejos de lo que he llegado a ver en la ciudad de México y Monterrey. A final de cuentas las tres no pueden ser “tan” diferentes a pesar que cada una tenga lo suyo, pero vi mucho de Monterrey en algunas zonas y un tanto de la ciudad de México en otras, lo que me dejaría una impresión de “estar en casa”. Hubo muchas zonas que me gustaron para vivir, también otras tantas que no tanto en la parte oriente de la ciudad (cerca de la zona de Tonalá). Tlaquepaque en su centro histórico y Guadalajara cerca de los límites con Zapopan fueron de mis zonas predilectas, el primero por su tinte bohemio, mágico y de verbena; el segundo por la sustentabilidad, las áreas recreativas, los inmuebles históricos, la diversidad cultural, lo cerca del centro. En un futuro sí me gustaría vivir una temporada en la ciudad, pero antes necesitaría tener una vida completamente establecida y estar seguro plenamente que es ahí donde me gustaría desarrollarme.
En este mismo marco o período dentro del cual me he dado el lujo de conocer el hermoso país donde nací, diverso y rico en cultura, tuve la oportunidad de visitar Chihuahua a bordo del Chepe, donde me maravillé con las hermosas vistas que la Sierra Tarahumara ofreció. Creel, Cuauhtémoc, las Barrancas, Temóris y demás fueron de los más impresionantes pueblos que el Chepe tuvo a su paso. La belleza de la que fui testigo no puedo describirla con el honor que merece tan esplendorosa maravilla. Cielos azules y despejados sobre campos verdes, árboles tan altos como edificios de tres o cinco plantas, riachuelos que con disimulo corrían por toda la Sierra. Fue ahí donde encontré el paraíso que esperaba encontrar en Canadá (y al cual aún deseo presenciar). Fue ahí donde visualicé mi sueño de tener mi cabaña fuera del bullicio de la civilización, donde ahí se encontraría mi lugar de ensueño que durante la temporada invernal se convertiría en un paraíso cubierto de blancas capas de nieve inundando campos, cerros y hogares. No sé qué pase en un futuro, si llegue a visitar Canadá y cumplir uno de mis sueños y metas en la vida, pero si no lo logro o decido regresar ya sé dónde puedo aposentar otro de mis sueños que he anhelado tanto en mi vida después de ser arquitecto: un jardín central con un puente de cristal.

Viajar me ha ayudado a crecer, a madurar. Hacerlo sólo me ha servido para valerme por mi mismo, a tomar mis propias decisiones y que cualquier adversidad en el trayecto, cualquier error cometido sea sólo mío y sólo yo pueda tener la madurez para afrontarlo. He conocido mucha gente, he vivido muchas experiencias y me he empapado de la cultura mexicana de la cual estoy muy orgulloso. Viajar sólo no sólo me ayudó a encontrarme a mí mismo, me he reencontrado en cada ocasión, me conozco todavía más, ya sé que hacer y qué no hacer para la próxima vez que lo haga, al lugar que prosiga; pero también me ha ayudado a saber qué es lo que quiero para mi futuro, dónde serían mis lugares ideales para tener una pequeña parte de mí que sea solo mía. Por ahora he elegido a Jalisco y a Chihuahua como mis objetivos.

05 de diciembre de 2016

05 de diciembre de 2016
«¿Crees en la astrología?», me han llegado a hacer esta pregunta. En los últimos años de mi vida la astrología ha estado más presente de lo que quisiera, más incluso que la astronomía, mi verdadera afición.
¿Por qué la astrología ha estado más presente últimamente? Es conveniente primero aclarar que de manera general la astrología es para mí una… bueno, no podría decir que es propiamente una ciencia, ni siquiera junto al prefijo pseudo-ciencia es posible concebirlo, pero “algo” inexacto sí es. A mi parecer es un concepto muy ambiguo que incluye muchos factores para que en su contra este no deba tomarse en cuenta, donde uno de los principales es la posición de los planetas y estrellas (sobre todo estas últimas) respecto al plano en el que supuestamente nacimos, algo que los astrólogos llaman “nacer bajo la influencia de…”; científicamente hablando es muy impropio asegurar que la constelación de Virgo se halle en las mismas coordenadas que hace décadas, cientos o no digamos miles de años, suponiendo que el movimiento estelar es a nuestra percepción sumamente lento, es prácticamente imposible notar una diferencia en cuanto a la posición de los planetas y estrellas entre nuestra época y en la que Galileo o Aristóteles (por dar un par de ejemplos cronológicos) vivieron, pero que efectivamente sí la hay. Es por la misma razón por la que los cumpleaños (o más específicamente, los míos) no los tomo con demasiada seriedad porque a pesar de existir los años bisiestos para reparar el desfase temporal en el que un año se completa al transcurrir 365 días, 6 horas y 9 minutos para el año sideral o 365 días 5 horas y 48 minutos para el año tropical, un error temporal sí hay. Así que: ¿por qué celebrar mi cumpleaños si mi hora de nacimiento tiene un desfase con el paso de los años, lustros y décadas? Sí, mi argumento puede que tenga un tinte de amargura y lo use como excusa para no festejarme, pero la exactitud es uno de los defectos con los que mi mente tiene que lidiar y en otros términos: no, no me gusta celebrar mi cumpleaños, simplemente así. Ahora bien, utilizando este criterio para los cumpleaños es igualmente aplicable el concepto de las constelaciones. Bien, virgo no ha tenido gran desplazamiento respecto a varios miles de años por lo que mi argumento podría considerarse meramente exagerado pero fuera de eso, científicamente hablando, un planeta o estrella no tendría por qué influir en la manera de ser, la personalidad o forma de actuar de una persona. Esto ya hace que se convierta en un debate de creencias, la base de la astrología, pero como la ciencia necesita de una base sólida y concisa, fuentes y argumentos válidos (algo que la astronomía es), deja fuera de lugar a la astrología como algo en lo que yo, allá los demás, deba creer.

Por otro lado, es realmente curioso cómo con el paso del tiempo y con la profundidad y madurez con la que he sobre llevado las relaciones en mi vida, he notado ciertos patrones (que no siempre se cumplen) en personas respecto al signo que pertenecen según su nacimiento. Me crea confusión ya que curiosamente yo como virgo comparto la personalidad introvertida, la preferencia por comunicarme a través del medio escrito que del verbal (ejemplo claro del porqué escribo estos textos) y ciertas manías por actividades específicas, pero eso no significa que estas mismas características que esta personalidad la comparta con alguien del signo Capricornio, por ejemplo, he ahí el factor de lo ambiguo e inexacto. Cabe resaltar que debido al desfase del tiempo a través de los años, mi signo que comienza con el día de mi nacimiento hace que plantee la posibilidad de estar realmente dentro del signo leo (en el caso del desfase tropical) o bien, libra (en el caso del desfase sideral), lo que lo hace más confuso aún. Pero dejando de lado este hecho es muy curioso y sumamente incompresible por mi mente (hace que me duela la cabeza y no llegue nunca a una lógica conclusión) que mi personalidad tenga ciertas compatibilidades con las personalidades de otras personas con su correspondientes signos. Diré casos muy puntuales y específicos para no ahondar en todo un análisis –incluso genealógico- en el que determine con quién soy y con quién no (en base a las creencias) soy compatible: Miguel, tauro, según la creencia virgo y tauro, ambos elementos tierra, son altamente compatibles. Gustavo, leo, que según la creencia virgo y leo, elementos tierra y fuego respectivamente, son altamente incompatibles. Rulo, géminis, que según la creencia virgo y géminis, uno elemento tierra y otro elemento aire, son altamente compatibles. Estos ejemplos me dejan en una mera confusión cuando pienso al respecto ya que, Miguel y Rulo cumplen con muchas de mis expectativas en una relación: son más mente que cuerpo, nos complementamos intelectualmente y con ellos no hay tanta necesidad de una dependencia (co.dependencia diría Harmodio) física. Con Gustavo no fue así, la atracción física de él hacia mí fue lo que impulsó la apertura a una relación, aunque había mucho intercambio social e intelectual no era del nivel al que estaba acostumbrado con Miguel. De cierta forma, las compatibilidades zodiacales a las que fui sometido (en este caso hablando de Miguel y Gustavo) de alguna manera se cumplieron, la incompatibilidad con leo y la compatibilidad con tauro (aunque fueran las circunstancias las que hicieran partícipes el distanciamiento) fueron efectivas y sin embargo, no logro concebirlo del todo al tener a la astrología como algo completamente inexacto y a lo cual no debo darle mente. No me gusta pensar en ello al conocer a alguien pero debido a la experiencia a la que me he enfrentado, inconscientemente he prejuzgado que, por ejemplo, sé que me voy a llevar mal de por medio con un escorpión o un leo, pero bien con un géminis o un tauro.

Nothing else better to do - David Archuleta


Hoy, escuchando esta canción que te dedico con todo mi corazón, lágrimas salieron de mis ojos, algunas no las pude liberar, otras fluyeron con ciertas estrofas. Sí, si fuera una canción me harías cantar. Veinticinco horas al día y ocho días a la semana no hay nada mejor que recordarte con dulzura y pasión:

Sometimes when you talk
I don't hear a thing, don't take it wrong
I look at your face and bells start to ring
Then my mind's gone

If I was a fire
You would make me burn
Hey, ey, hey

It doesn't take much for you
To break down my gravity
You got my heart stuck
Stuck on a cloud and I can't speak

But if I was a book
You'd be every word
Hey, ey, ey

Twenty five hours every day
I got nothing else better to do
Than watching the smile light your face
It doesn't get better than you

All that we need is a starlit sky
And you and me, oh, oh, oh, oh, oh
It's true, I got nothing else better to do
Ey, ey, ey, ey, ey, ey

An island of green and blueberry eyes
Wish we were there
But you make me feel I'm in paradise
Anywhere

If I was a song
You would make me sing
Hey, ey, ey, yeah

Twenty five hours every day
I got nothing else better to do
Than watching the smile light your face
It doesn't get better than you

All that we need is a starlit sky
And you and me, oh, oh, oh, oh, oh
It's true, there's nothing else better

You're velvet on a red cupcake
Sound a cello & a violin make, ooh, ooh

You put the rings around the moon
And every single time I'm close to you
Whoa, ey

Twenty five hours every day
Ey, hey
Watching the smile light your face
Yeah, yeah

Twenty five hours every day
I got nothing else better to do
Than watching the smile light your face
It doesn't get better than you

All that we need is a starlit sky
And you and me, oh, oh, oh, oh, oh
It's true, I got nothing else better to do

(Oh, oh, oh)
Ey, ey, ey, ey, ey, ey
Got nothin' else better to do
(Oh, oh, oh)
Ey, ey, ey, ey, ey, ey
I got nothin' else better to do

There's nothin' else better
(Better)

Better to do

jueves, 1 de diciembre de 2016

#GhostsProject


"Pasaste a mi lado con gran indiferencia,
Tus ojos ni siquiera voltearon hacia mí.
Te vi sin que me vieras,
te hablé sin que me oyeras
y toda mi amargura
se ahogó dentro de mí.
Me duele hasta la vida
saber que me olvidaste,
pensar que ni desprecios
merezco yo de ti.
Y sin embargo sigues
unida a mi existencia,
y si vivo cien años,
cien años pienso en ti..."

#Cienaños #GhostsProject

Mirando al mar


Bajo el palio de la luz crepuscular,
cuando el cielo va perdiendo su color,
quedo a solas con las olas espumosas
que me mandan su rumor.

Ni un lejano barquichuelo que mirar,
ni una blanca gaviota sobre el mar...
Yo tan sólo recordando la aventura que se fue,
la aventura que en tus brazos amorosos disfruté,
bajo el palio sonrosado
de la luz crepuscular.

Mirando al mar soñé
que estabas junto a mí.
Mirando al mar yo no sé qué sentí,
que acordándome de ti, lloré.

La dicha que perdí
yo sé que ha de tornar,
y sé que ha de volver a mí

cuando yo esté mirando al mar...

Recuerdo

Recuerdo una fiesta, pero olvidé cómo se bailaba en ella
Recuerdo una cena, pero olvidé el menú
Recuerdo un parque, pero olvidé cómo disfrutar estar acostado sobre el césped
Recuerdo una película, pero olvidé la trama
Recuerdo una canción, pero olvidé por completo la letra
Recuerdo una montaña, pero olvidé el sendero que había que tomar
Recuerdo un café, pero olvidé el dulce sabor de una bebida caliente
Recuerdo una cama, pero olvidé cómo se dormía en ella
Recuerdo un beso, pero olvidé el contacto de esos labios
Recuerdo un abrazo, pero olvidé lo fuerte que eran esos brazos

Recuerdo una persona, pero he olvidado lo que me hacía sentir.