02 de enero de 2017
El misterio de la guía de ferrocarriles y un propósito de Año Nuevo
El día de ayer, gracias al
dichoso tiempo libre que se obtiene en los traslados de un lugar a otro por
medio de los autobuses, terminé mi primer libro del año. Quedé demasiado
satisfecho tanto con mi progreso como con el relato que acababa de leer. Agatha
Christie me pareció desde hace tiempo, incluso antes de tener el gusto de
conocerla, una autora enigmática de la cual sólo conocía una parodia a su vida
en un capítulo de Hey! Arnold;
después de haber leído el primer título, El
misterio del tren azul, el cual propuse para nuestro club de lectura, quedé
fascinado con el género policiaco del cual poco había experimentado (tomando si
acaso en cuenta la trama policiaca que se desenvuelve en la mayoría de los
títulos de la saga de Harry Potter) y
rápidamente me puse a investigar acerca de la autora. Después de haber leído
curiosidades y detalles acerca del libro que había terminado me di cuenta que
accidentalmente había ingresado de nuevo al mundo de las sagas, una de mis
pasiones. Los relatos y novelas a cargo de Hércules Poirot, detective belga en
constante retiro, ocupaban la mayoría de la narración de la autora. Debido a la
época en la que ejerció y realizó sus novelas, estas fueron publicadas según la
creatividad de la autora le permitía por lo que según su biografía podía
encontrarse hasta tres o cuatro títulos publicados en un año (ya sea novelas,
cuentos, recopilaciones, etc.) por lo que me dejó un poco maravillado de las
grandes capacidades de la autora y de lo fascinante que debió haber sido
conocerla en vida. Una vida así, en la época actual, se me antoja surrealista,
dedicada enteramente a escribir, a agotar la imaginación y depositarla en las
letras y después complacer al público con un nuevo título varias veces al año;
sin embargo, es una vida con la que sueño. La redacción de Agatha Christie me
pareció realmente sencilla y tras leer el primer título (y habiendo descubierto
el amplio catálogo del que ahora tenía conocimiento) rápidamente pensé que con
todo gusto la volvería a leer. Al venir a esta ciudad tenía que cargar con
algunos títulos para leer mientras durara mi estadía, entre ellos traje conmigo
dos títulos de los varios que años atrás llegué a comprar de la autoría de
Agatha Christie, cuando comencé a interesarme por leer algo de ella. Debo reconocer
que poco supe entonces de lo que había comprado y debo reconocer aún más que
actualmente desconozco enteramente de los títulos que compré. Sin embargo, mi
viaje de año nuevo se hizo inminente y para el trayecto debía ir preparado, de
mi pequeña biblioteca que ocupa un pequeño lugar de mi clóset revolví un poco y
tomé El misterio de la guía de
ferrocarriles de Agatha Christie sin saber que nuevamente me encontraría
con un caso a cargo del detective Hércules Poirot. La trama inmediatamente me
atrajo gracias a la increíble habilidad de la autora de atraer al público con
el suspenso creciente y cautivador. Rápidamente me encontré inmerso en la
lectura, asesinato tras asesinato yo también quería ser parte de la pista y la
resolución, buscaba cualquier palabra o hecho que a cualquiera pudiese
escaparse y que la autora definitivamente había puesto ya ahí. Lamentablemente carezco
un poco de esa intuición y capacidad para detectar ese tipo de cosas por lo que
tras la mitad del libro me vi tan perdido en dar con el asesino como cualquiera
de los personajes y el detective mismo. En el clímax del libro descubrí nuevamente
que no todo es como parecía, como me sucedió en el anterior libro leído, debido
a que, cuando todo indicaba que se había descubierto al asesino, la intuición
del detective lograba develar que el asesino era otra persona diferente a la
que se tenía pensada. Esta fórmula me gustó mucho de la autora que, tras haber
leído dos títulos ya de ella, me dejan muchas ganas de leerla aún más y
desarrollar esa capacidad de búsqueda de pistas, como alegóricamente alguna vez
me sucedió tras jugar ¿Dónde está Wally? Los
trayectos a través de Guanajuato y Querétaro me ayudaron a aventajar mucho la
lectura e hicieron los traslados muy amenos y entretenidos. Acabé el libro
estando ya en la ciudad y poco tiempo tuve después de eso para realizar mi
tradicional búsqueda de curiosidades acerca del libro que he leído. No fue
hasta el día de hoy por la mañana que me puse a ello y nuevamente me excitó la
idea de haber leído un tomo más del gran catálogo que Agatha Christie escribió
con Hércules Poirot como protagonista. Tras haberme (re)percatado de este hecho
inmediatamente me puse a buscar todo acerca de Hércules Poirot y sus
apariciones en las novelas de Christie, me encontré que el mismo aparece en 41
títulos de la autora y casi por defecto los descargué todos. A raíz de ello, el
día lo comencé con un propósito nuevo, leer lo más que pudiera de Christie y
Poirot, la adrenalina me dominó y, como comúnmente me sucede, me ganó la
ansiedad de querer ya leerlos todos y adquirir en el menor tiempo posible todo
ese conocimiento. Sumado a ello, y teniendo el conocimiento previo de que
existe una serie de televisión con trece temporadas al aire acerca de Poirot,
no dudé en buscar por todos los medios adquirirla, para así ver la adaptación
después de haber leído el libro en cuestión. Comencé muy bien el año a mi
parecer, un libro de la saga leído y un propósito premeditado. De comenzar el
día con desgana por no haber dormido lo suficiente, el entusiasmo me despertó
por completo y ha hecho mi día, hasta el momento, de lo más jubiloso posible
gracias a que un nuevo reto y propósito dominan mi mente, ocupándola en algo
enteramente productivo y que, sobre todas las cosas, me apasiona.
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