30 de enero de 2017
Ya fin del primer mes y como leí
por ahí: “lo bueno que ya falta un día
menos para ese algún día”, ¿cuándo llegará ese algún día? no lo sé, ¿Qué ocurrirá en ese algún día?, tampoco lo sé, pero ya falta menos. El primer mes pasó
muy rápido y ha estado lleno de mucho de lo que me gusta, y me encantaría que
continúe de esa manera. Asimismo, está terminando un fin de semana de descanso
del cual disfruté un poco de la compañía familiar y otro poco de los amigos. Anoche
disfruté de un concierto en vivo de la primera película de Harry Potter junto
con la orquesta original de la película. Estar en la sala con demás fanáticos,
ver sus atuendos, accesorios y entusiasmo me ayudó a sentirme cómodo; más de
quince años atrás, cuando se estrenó la película, tenía casi la misma edad que
el protagonista y personaje, y tras haber visto tantas veces el largometraje,
todos lo disfrutamos como si fuera la primera vez. La orquesta resultó un toque
maravilloso, reímos todos juntos ante cada gracia, nos sorprendimos ante los
momentos de suspenso y aplaudimos la introducción de cada personaje a la saga. No
fue una proyección nada normal y durante los primeros minutos fue inevitable
soltar algunas discretas lágrimas, de las cuales Alicia (a quien invite a
acompañarme) de todas maneras se percató. No sé qué me sucede últimamente, cualquier
evento que me genera nostalgia hace que mis lágrimas fluyan con tanta
naturaleza, me hace pensar que tengo mucho sentimiento y tristeza retenidos que
es tan sencillo hacerlos brotar; lo curioso es que muchas de esas situaciones
suceden cuando estoy rodeado de gente y a pesar que quisiera sacar todo lo que
traigo dentro, mi subconsciente me obliga a detenerme y termino frustrándome
por querer liberar mis sentimientos pero a la vez tener miedo a expresarlos. Después
del evento Alicia y yo fuimos a cenar y tras contar nuestras situaciones
actuales le externé algo que llevo mucho tiempo pensando y que no había
compartido con nadie, lo he llevado pensando desde que salía con Miguel y Francisco
era una pieza importante del rompecabezas: “a veces envidio tanto a las demás
parejas, mira a Ángela (hermana de Alicia), seguramente tendrá sus problemas
con su novio, pero a pesar de todo son una pareja normal, muchas veces me he
detenido a pensar en lo que me gustaría estar en sus zapatos”, su hermana
Ángela recién le llamó por teléfono y había dicho que su novio, Gustavo, se
quedaría a dormir en su casa. A veces suena tan infantil y utópico, pero muchas
ocasiones me he detenido realmente a pensar en lo que me hubiera gustado vivir
una relación normal, claro que con Gustavo tuve un pequeño ejemplo de ello y
nunca me quejé al respecto, pero al final las cosas no se dieron cuando
realmente seguía sintiendo mucho por Miguel. No me fui a dormir triste, pero sí
pensando mucho en lo que Alicia también está viviendo y preguntándome un poco
qué será de nosotros y qué necesitamos para seguir siempre adelante.
***
Ahora bien, tocaré un tema que he
estado deseoso de hablar, esta vez escribiré un poco acerca de este blog, del
cual estoy próximo a llegar a mi publicación número cien y a partir de entonces
me hice la promesa de difundir más el blog, principalmente con mis amigos, a
quienes quiero pedir su opinión al respecto. Hay ocasiones en que necesito un
consejo y aunque muchas de esas ocasiones me gustaría permanecer en el
anonimato, es decir, continuar escribiendo para mí mismo (ya que esto realmente
no tiene ningún propósito editorial), de pronto me gustaría tener seguidores
empedernidos que leyeran mis actualizaciones y ya sea que se pregunten por mí,
o bien sepan que aunque triste me encuentro bueno de salud y recuperándome
emocionalmente; por lo pronto sé que muy pocas personas saben que escribo en
este medio, a Myrna le confesé hace poco que he estado escribiendo y publicando
acá y me ha seguido paso a paso ya que puede ser un poco difícil y hasta
tedioso leer muchas publicaciones y estar al tanto. En algún punto, casi al
iniciar este proyecto mi (penosa) personalidad pretendió llamar la atención de
Miguel y que supiera que de alguna forma he estado escribiendo para él en cada
publicación (algo que remedié con el tiempo), y al parecer lo logré porque
meses después de preguntarle directamente si alguna vez lo había leído me confirmó
que era así, pero resaltando que en el pasado ocasionalmente lo hacía, no
dejando ver que continuaba haciéndolo. Sin embargo, publicación tras
publicación extrañamente aparecen visitas de usuarios de Europa y me pregunto
constantemente si el conteo de visitas es cierto y por qué sospechosamente
tengo siempre visitas de Irlanda, Estados unidos, en ocasiones Francia, y
constantemente de Alemania; me pregunto igualmente quiénes son estos
misteriosos usuarios, por qué me leen, si son los mismos si acaso y por qué no
se identifican, me encantaría de sobre manera saber un poco de quienes me leen,
por qué lo hacen y qué opinan al respecto; el único lugar del que pudieron
estas personas haber obtenido en enlace a mi blog fue a través de mi cuenta de
Goodreads, donde mantengo el enlace disponible para quien decida visitarme,
pero sabiendo de antemano que casi nadie de mis conocidos cuenta con una cuenta
de esas y estas personas son exclusivamente extranjeros desconocidos. Tengo
muchísima curiosidad, sobre todas las cosas, de comprobar que mi persona
especial es la que me sigue desde Alemania, y si es cierto que lo hace por qué
cuando hablamos se hace el tonto y hace como si no supiera lo que me ocurre,
creí que en el pasado éramos personas sinceras, que a pesar de los problemas
sabíamos que le ocurría al otro y las preguntas eran sin tabúes, así como las
respuestas. Quizá simplemente ello quedó en el pasado, la confianza que tuvimos
se quebró poco a poco y el fino hielo que cubría el abismo terminó por colapsar,
y yo sigo acá esperanzado porque los días pasados regresen y ese algún día suceda. Antes de dar a conocer
mi blog, me gustaría enterarme si es cierto que Miguel lee mi blog, y si es
así, por qué lo oculta o por qué no lo menciona, ¿será qué: miedo, pena,
indiferencia, hastío? Sólo él puede responderme.
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