domingo, 15 de enero de 2017

14 de enero de 2017


14 enero de 2017

Mi nombre es Jorge Granados, tengo 26 años, actualmente vivo en la ciudad de México, trabajo en una constructora de nivel nacional en la que tengo el cargo de la parte administrativa de la empresa en la cual llevo un año y medio y he estado estable, me han ofrecido incluso alguna oferta buscando ser parte de otra empresa, misma en la cual me encuentro en un proceso de selección. En mi vida personal me gusta leer, escribir, viajar (sobre todo realizar visitas cortas a pueblos mágicos del país), me encanta la astronomía y perder el resto del tiempo viendo alguna serie o jugando videojuegos. Llegar a casa después de un día de trabajo (el cual es pesado debido a ciertas responsabilidades otorgadas con mi cargo) es una parte sensacional ya que puedo dedicarle tiempo a las cosas que más adoro, las cuales mencioné ya. Tengo un novio, del cual hablaré realmente poco ya que este hecho no viene tanto al caso, sin embargo, últimamente hemos tenidos ciertos conflictos de pareja en los que su actitud no me parece del todo apropiada respecto a la persona que conocí algún día hace un año. Se molesta continuamente y eso conlleva a que ambos lo hagamos, tiene un carácter especial que en ciertas ocasiones lo obliga a no querer convivir conmigo o con mis amigos, tiende un poco a sufrir de celos y en ocasiones es un poco controlador. Me había comenzado a frustrar un poco y muy internamente en mi mente había estado considerando si era probable que a nuestra relación debería ponérsele una pausa o un alto. No lo había querido reconocer del todo pero había algo que se había roto en nosotros y donde antes veía virtudes ahora veía sólo defectos, había comenzado a notar lo diferentes que éramos. Esto es algo interno mío. No sé por qué, ciertamente, no había comentado con él todo ello, decirle que me habían comenzado a molestar ciertas acciones y actitudes suyas; la plática y la comunicación son la base de una relación, ya lo he experimentado anteriormente y es algo sumamente importante para que este tipo de problemas no se presenten o se minimicen. En medio de todo este embrollo apareció él. De la nada, sin tenerlo previsto o haberlo premeditado. Ya llevaba algún tiempo que comencé a seguirlo en Instagram, sinceramente no recuerdo cómo fue que sucedió, si yo lo seguí primero a él o él a mí, he tratado de recordar cómo fue pero no logro hacerlo; el caso es que un día lo vi en las sugerencias de amistad en Facebook y dije «¿por qué no?», así que lo agregué, horas después aceptó mi solicitud y decidí hablarle. «Hola, soy tu fan en Instagram», minutos después comenzamos a hablar, primero el nombre, nuestra ubicación actual, elogios por aquí, halagos por allá, quise saber de él luego de haber considerado que me gustaría hacerlo después de ver sus perfiles. Mi sorpresa fue mayor tras conocerlo a fondo: ambos éramos sumamente parecidos psicológicamente. Tras varias horas de conversación repartidas en un par de días tras haberlo agregado me percaté que en ciertos aspectos somos personas con pensamientos y una forma de ver la vida similares. De pronto, inconscientemente dejé de pensar en aquélla persona que veía cada fin de semana, con la cual últimamente he tenido algunos conflictos y comencé a pensar en aquélla persona detrás de la pantalla, a algunos kilómetros y horas de distancia de mí. Anteriormente he tenido esta conexión cósmica y astral, sé de lo que se trata y esta era la segunda ocasión que se presentaba en mi vida de aquélla manera intensa. De cierta forma podría decir que éramos dos desquiciados mentales que nos comprendíamos de una manera especial. ¿Por qué ahora?, ¿por qué en un momento de conflicto con una persona a la cual estoy ligada el destino me manda a alguien más, y me hace evaluarlos? Tras el paso de algunos días confirmé que empecé a sentir algo por él, mi novio comenzó a notarlo, cuando estaba con él en ciertos momentos realmente no lo estaba, me preguntó que me sucedía pero yo no podía responder. No lo comprendo del todo. A mí no me agrada estar en estas situaciones, la infidelidad no era algo que me gustaba y sin embargo sentía una especie de culpa por “engañar” a mi novio con el pensamiento, es cierto que con él he estado teniendo conflictos y yo emocionales, pero estoy seguro que hablando sobre el tema pueda llegar a solucionarse algo o ambos llegar a un acuerdo. Por otro lado, he comenzado a sentir algo, que lo piense a él constantemente me está diciendo algo, me hace pensar en todas las posibilidades y opciones, podría dejar a mi novio y arriesgarme y comenzar algo con él, podría hablar las cosas con mi novio y solucionar los problemas pero ello implicaría que no funcione y arruine las cosas con este muchacho, considerando también que al arriesgarme con este muchacho y que las cosas no son como esperaba pierda todo con lo que he trabajado sobre todo con mi novio. Después de pensar y pensar siempre llego a la misma conclusión: quiero conocerlo en persona. Así soy, a pesar de ser una persona que no se deja llevar por lo físico, él es una prueba de ello, lo siento, lo veo sincero, cierta parte me dice que podría estar engañándome de alguna manera y sólo estar tratando de impresionarme, revelando que tenemos tanto en común. No es un caso aislado, en muchos medios es sabido cómo personas son engañadas por personas que se conocen por internet, razón por la cual quiero que me diga todo ello en persona, quiero verle la cara al contarme sobre su vida y leer en su rostro la verdad, evidenciarlo. He estado hablando con él y cada día más me atrae pero he tratado de no revelar demasiado de mi vida profunda, de mi pasado, de mis precauciones, mis miedos, mis fantasmas. No puedo tomar ninguna decisión hasta no conocerlo, no creo que pueda ser demasiado pronto, la distancia nos separa aun así. Con el paso de los días extrañamente, a medida que me voy acercando a él, siento que mi novio parece notarlo y curiosamente está cambiando esas actitudes que consideraba inapropiadas o no de mi gusto, como si de pronto tuviera consciencia de ello, sin yo haber hablado abiertamente con él. Las cosas van bien, o progresando, realmente no habría un motivo real para justificar mi infidelidad, si llego a cometerla, que no lo haré, antes hablaría con él, tengo control para esas situaciones. Necesito conocer a este muchacho, ya es inevitable. Mis sentimientos están a punto de colapsar, mi mente da demasiadas vueltas y no puedo tomar una decisión definitiva hasta no verlo. Ha llegado un momento en que necesito hacerlo.

«¿Qué harías tú en mi lugar?»

No hay comentarios:

Publicar un comentario