lunes, 9 de enero de 2017

07 de enero de 2017

07 de enero de 2017

Como escrito complementario al anterior, el día de hoy por la mañana recibí una reafirmación a mis pensamientos al respecto. Para esto voy a mencionar un poco de la otra cara que soy yo a través de estos escritos, me refiero específicamente a mi vida laboral; sólo mencionaré algo como dato informativo, no voy a ahondar en el asunto ya que del todo no compete para el tópico de este texto así como del blog mismo, salvo que en alguna ocasión sea necesario. Bien, dentro de nuestra jornada laboral y debido al proyecto en el que estoy involucrado todos los días recibimos una plática de seguridad para recalcar que este tema es algo serio tanto para la empresa para la que trabajamos como individualmente. Todos los días entre semana recibimos esta plática o reunión de parte de nuestros coordinadores de seguridad, en ellos también dedican unos minutos a dar un resumen de los avances del día anterior y de las actividades que se realizarán durante el día en curso; los fines de semana, sin embargo, lo recibimos conjuntamente con las demás empresas contratistas que nos encontramos dentro del proyecto para tener una reunión general, con puntos de revisión y áreas de oportunidad comunes que deben atenderse. Dicha plática incluye un apartado para calistenia y una reflexión a cargo de la empresa contratista que esa semana dirige la plática o reunión de seguridad. La reflexión del día de hoy incluyó un texto que supuestamente recitó Steve Jobs antes de morir. Dicha carta o texto ya he confirmado que es completamente falso o bien no se ha dictaminado que verdaderamente lo haya hecho el aludido. El tema del que hablaba en ese texto, que es lo que destaco en este escrito, es acerca del tiempo; en el texto, y en resumidas cuentas, Steve Jobs se arrepentía de cierta forma haber dedicado mucho tiempo su invento y a ser una persona millonaria y no haber dedicado el tiempo suficiente a su familia. Nuevamente me enfrenté a pensamientos sobre el que realmente estoy haciendo de mi vida y si realmente es lo que deseo, dentro de la reflexión destacaron el hecho que se va la vida sin haberla disfrutado del todo, frase que de alguna u otra manera me ha afectado últimamente y me ha dejado ensimismado ya que es un hecho que no quiero que me ocurra, diariamente me encuentro con frases del tipo «la vida no es acerca de quedarnos con las ganas», y constantemente me preocupo que en un futuro llegue a tener un resentimiento por cosas que durante mi juventud hubiese querido realizar pero simplemente “me quedé con las ganas”. Desde hace un tiempo que he tratado de evitar ello y gracias a que también no tengo un pensamiento materialista muchas veces he preferido viajar (que es una de las pasiones que me han apegado mucho en estos últimos tiempos) a arrepentirme y guardar unos centavos más en lugar de haber hecho aquello que quería. Hay quienes critican mi manera de ser, son las personas que saben que he llegado a estar en número rojos antes de recibir una paga quincenal, ellos dicen que debería ahorrar “por cualquier cosa” y de cierta manera les doy la razón, realmente hay metas que quiero realizar y para ello no es fácil lograrlas con el efectivo del día a día, para ello debo sacrificar ciertas cosas para poder ahorrar, pero el pensamiento llega más profundo y muy ambiguo en el sentido que a veces he preferido hacerlo todo en pequeño antes de saltar en grande. Ya he comentado al respecto, para poder realizar mis sueños antes necesitaba carácter y haberme encontrado a mí mismo. Ya que he conseguido ambos objetivos ya me siento preparado para hacer un salto en grande y ahora sí estoy listo para decir realmente que no quiero quedarme con las ganas de nada en mi vida.

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