Asesinato en el campo de golf y un fin de semana familiar
Nuevamente me tocó un fin de
semana de descanso en Monterrey, toda la semana me pareció eterna porque quería
que llegara ya el jueves por la noche para partir; el mismo jueves me pareció
eterno hasta el último segundo ya que por cuestiones del destino decidí
intentar con una nueva línea de autobuses, mismo que se tropezó con un accidente
en la carretera que lo obligó a retrasarse una hora y media, me reí con locura
tras este hecho, en cierta manera peligraba mi cita del día siguiente, pero no
fue hasta que me subí al autobús que pude descansar de mis nervios y mis
pensamientos e inmediatamente me dormí y desperté hasta llegar a Saltillo. Tras
llegar la mañana del viernes inmediatamente mis planes comenzaron, ese día
estaba planeado para por fin sacar mi pasaporte y dar comienzo a mis sueños,
aproveché para ayudar a mi hermano con los suyos y lo invité a sacar conmigo el
documento. La única desgracia es que el mío quedará listo días después de yo
partir de la ciudad, por lo que será en la siguiente ocasión en que pueda
disponer de él, como sea, no me urge del todo tener ya el documento, puedo y
tendré que esperar. Después de ello el plan original era ir a comer mariscos con
Hilda pero debido al clima tuvo que cancelar ya que otra de sus amigas optó por
no acudir, ante esto nuestros planes cambiaron y decidimos vernos por la tarde.
Como ella (y la mayoría de mis amigos) es un poco impuntual, me dio oportunidad
de cambiar dos libros en la zona de lectura del metro de la ciudad, intercambié
dos títulos de Agatha Christie, que ya había leído claro, por otros dos que
medianamente llamaron mi atención y después ir a la calle de libros usados en
el centro de Monterrey, donde, ante cualquier expectativa y con todo el
regocijo del que soy capaz, encontré un libro que por mucho tiempo he estado
buscando, mismo que me he negado a comprar a través de internet por sus altos
costos de importación, estaba en la tercer librería (ya había comprado un
título de los próximos libros que leeré de Christie) cuando inesperadamente vi
en la mesa de los “libros más cotizados” el libro de En el tiempo de las mariposas; no contaré mucho al respecto de este
libro y su trama por ahora pero sólo resaltaré que me fue muy difícil
encontrarlo incluso en la FIL de Guadalajara, y por ahora es muy pronto contar
de su contenido ya que mi reto o tengo ya fijado, primero intentaré leer lo más
posible del catálogo de Christie y posteriormente continuaré con otro tipo de
literatura. Al reunirme con Hilda en un café ella me entregó dos enciclopedias
que había prometido darme concluyendo así una gran jornada literaria, con seis
libros en mi mochila al regresar a casa. Durante la merienda platicamos de todo
un poco, un tanto de su experiencia en su nueva casa viviendo sola como de mis
relaciones con Gustavo y Miguel; algo curioso me ocurría estando con Hilda, y
ciertamente cada vez que regreso a la ciudad: le confesé que tenía miedo de
encontrarme a Gustavo, porque a pesar de saber que si nos llegásemos a
encontrar él me va a ignorar y yo buscaría tener contacto con él, me aterra que
ese momento suceda, porque han pasado ya los meses y realmente no he sabido
mucho de la persona que alguna vez quise. Hilda me aconsejó y como acto del
destino, un viejo amigo me mandó mensajes diciéndome que Gustavo lo había
contactado, dejando claro que aún se encuentra aferrado a hallar el amor. De verdad
espero que le vaya muy bien en su búsqueda. Con Hilda debatí mi duelo interno,
si debo continuar desahogando mis penas en mi soledad ante mi temor de no dañar
a nadie más sabiendo que me estaría engañando a mí mismo y a alguien más de
nuevo o si una nueva relación sería un nuevo arranque y punto de partida para
dejar el pasado atrás. Ella optó por la segunda opción, pero antes de ello debo
liberar mis fantasmas, algo que la soledad en otro estado me está ayudando. No planeo,
por lo pronto, cambiar mi situación sentimental ante todos los planes que tengo
preparados, podrá sonar egoísta pero ya he decidido anteriormente que en este
aislamiento seré completamente yo mi prioridad. No me está yendo tan mal
después de todo. Tras la cita con Hilda le siguió Vero y Sebas, ya habíamos
acordado reunirnos en Pabellón M y como siempre y con todos, la noche se volvió
llena de risas y anécdotas. Reunirme con mis amigos tras muchas semanas sin
verlos me libera de mis tensiones y una plática llena de risas siempre me
reconforta y me ayuda a recordar (a mí mismo como a ellos) que nada cambia tras
el paso de las semanas y los meses. El día siguiente estaba preparado para ser
enteramente hogareño, y así lo fue, durante todo el día estuve encerrado en la
casa y esta vez lo disfruté demasiado, me pasé gran parte del día ante la
computadora, si puedo resumir mis actividades me deja pensando que realmente
perdí demasiado tiempo y me acongoja ya que mi manera de pensar es que todo
tiempo es valioso y debería aplicarse para algo valioso, pero ciertamente mi
plan era aquello y no lo pienso más. Acomodé algunas fotografías, mi música y
algunas cosas en casa. Pero lo más destacable es que pude terminar mi cuarto
libro del año y también pude disfrutar de la serie homónima que tanto he
buscado y pude encontrar en Youtube. El turno ahora es de Asesinato en el campo de golf, segundo título de la cronología
Poirot y cuarto de mi biblioteca de libros leídos de Christie. De acuerdo a la
reseña anterior del Caso Styles, este
libro a mi parecer resultó más fresco y una mejor evolución en la redacción de
Christie. Está la posibilidad que dentro de mi perspectiva el primer título me
haya resultado de aquella manera debido a alguna falta mía o a mi insistencia
de querer ser parte de la trama no logrando mucho, pero lo cierto es que Asesinato fue mejor digerible y pude
adentrarme en la trama y comprender cada una de las situaciones de cada
personaje. Los finales inesperados nuevamente tuvieron lugar, a pesar de creer
resuelta la trama a mediación del libro hasta el capítulo final fue que se dio
a conocer al verdadero asesino del caso, dejándome claro – tras cuatro libros
leídos- cuál es la forma de trabajo oficial de Christie. No estoy descontento
con ello, cada caso es diferente y hasta ahora el mejor título que he leído es
curiosamente el primero que leí (El
misterio en el Tren Azul), pero este me dejó claro que la evolución como
redactora mejoró mucho del primero al segundo título publicados. Sin duda quedé
contento y le doy sin duda cuatro estrellas de cinco, pensando qué me deparará
mi libro número cinco del año y el número cien en toda mi historia literaria,
según estadísticas de Goodreads, en el cual trato de llevar un buen control de
todos los títulos que he leído desde que tengo memoria. La noche del sábado
mismo me di el tiempo para ver el episodio del Caso Styles en Youtube, algo que agradezco se hayan tomado el
tiempo de subir los capítulos de la serie que he ansiado tanto, Poirot; el Caso Styles me pareció muy fiel al libro, debido a que los libros
de Christie se prestan a ello por no ser tan extensos y muy profundos, y tras
comenzar a ver Asesinato me di cuenta que la serie también daría su toque de
atracción al espectador así como haría ajustes necesarios para que sea
comprendido al llevar la trama del libro a la pantalla ya que vi unas pequeñas
diferencias del primero al último en este segundo capítulo. La noche de sábado
culminó con la reunión familiar organizada por el cumpleaños de uno de mis tíos
que viven en Estados unidos y de mi segunda mamá, que cumplió años el martes
pasado. La noche fue nuevamente iluminada por las risas, los juegos de los
pequeños y la nostalgia de mi abuelita y mi tío tras cantar Feliz cumpleaños, probé el champurrado y
bailé un poco con mi abuelita, mi mamá y una que otra prima. Tuve que regresar
temprano para traerme a mi mamá Mary debido a que su esposo la dejó ahí para
ver el fútbol en casa y porque sencillamente ya no cabemos en el auto familiar.
La noche tras regresar se llenó de una difícil decisión: si debía – o quería-
ir al día siguiente a Chipinque a una sesión de exploración de aves. Decidí por
la mañana, tras sonar la alarma, que no quería ir. Horas después tras despertar
debidamente, me arrepentí de no haber acudido, pero pensé que de todas maneras
me hubiera sentido incómodo ya que no me traje a Monterrey ninguna ropa cómoda
o deportiva para ir a ese tipo de lugares. El día de hoy, domingo, debió estar
dedicado a pasarla con Alicia, pero decidió ir a Alemán a celebrar un
cumpleaños en familia, por lo que al parecer será hasta la noche que la vea
para ir al concierto de Harry Potter, así que aproveché el tiempo para terminar
esta redacción que comencé el día anterior y dar mi punto de vista del libro
que terminé así como escribir parte de mis
cien días felices y no dejar por mucho tiempo descuidado el blog, aunque
por ahora nadie me lea.
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