Tortas de Navidad
I. Enero
Tortas de Navidad servidas y listas para comer |
INGREDIENTES:
1 lata de sardinas
½ chorizo
1 cebolla
Orégano
1 lata de chiles serranos
10 teleras
Manera de hacerse:
La cebolla tiene que estar
finamente picada. Les sugiero ponerse un pequeño trozo de cebolla en la mollera
con el fin de evitar el molesto lagrimeo que se produce cuando uno la está
cortando. Lo malo de llorar cuando uno pica cebolla no es el simple hecho de
llorar, sino que a veces uno empieza, como quien dice, se pica, y ya no puede
parar. No sé si a ustedes les ha pasado pero a mí la mera verdad sí. Infinidad
de veces. Mamá decía que era porque yo soy igual de sensible a la cebolla que
Tita, mi tía abuela.
Hay que tener cuidado de freír el chorizo para las tortas a fuego muy
lento, para que de esta manera quede bien cocido, pero sin dorarse
excesivamente. En cuanto está listo se retira del fuego y se le incorporan las
sardinas, a las que con anterioridad se las ha despojado del esqueleto. Es
necesario, también, rasparles con un cuchillo las manchas negras que tienen
sobre la piel. Junto con las sardinas se mezclan la cebolla, los chiles picados
y el orégano molido. Se deja reposar la preparación, antes de rellenar las
tortas.
De preferencia las teleras deben ser horneadas en casa. Pero si no se
puede, lo más conveniente es encargar en la panadería unas teleras pequeñas,
pues las grandes no funcionan adecuadamente para esta receta. Después de
rellenarlas se meten diez minutos al horno y se sirven calientes. Lo ideal es
dejarlas al sereno toda una noche envueltas en una tela, para que el pan se
impregne con la grasa del chorizo.
El primer reto del año fue
cumplido con éxito. No recuerdo si anteriormente lo había mencionado, pero como
un leve reto por proponerme alguna especie de reto anual (parecido a lo que
hice hace tres años, de conocer al menos un lugar nuevo cada mes), me propuse
realizar cada una de las recetas que viene en el libro Como agua para
chocolate. Ayuda mucho el hecho que el libro esté dividido en doce capítulos
correspondiente a cada mes del año, y que cada mes del mismo sea una receta
nueva y diferente, y mucho mejor aún que cada una tenga un encanto especial de
la gastronomía mexicana.
Este primer reto me pareció
oportuno realizarlo un poco aplazado debido a que me tocó ofrecer dote gracias
a la rosca de reyes y vi la oportunidad de cumplirlo el dos de febrero, día de
la candelaria. A pesar de que la tradición dicta que sean tamales los que se
ofrezcan en la fecha me pareció oportuno experimentar en la cocina con mis
compañeros en esta fecha. No voy a dar demasiados detalles del proceso y el
resultado, pero sí mencionaré que me entusiasmé demasiado al comprar los
ingredientes, prepararlos cada uno de ellos, cocinarlos en el sartén y sobre
todo servirlos. Resalto el gran entusiasmo y excitación porque mis compañeros
probaran el guisado y conocer sus reacciones, incluso no quise probar bocado
hasta el día siguiente para sorprenderme del resultado, ya que sería la primera
vez que cocinaba y consumía sardinas y desconocía qué tan eficaz sería el
chorizo para cubrir el penetrante olor del marisco. El resultado fue muy
positivo, muchos de mis compañeros me dieron aprobación del platillo y me
felicitaron, otros apenas lo mencionaron pero al menos no dijeron nada malo, yo
mismo lo probé y aunque no me pareció un platillo excepcional y que raramente
comería de forma más consecuente, sí fue satisfactorio. Me he entusiasmado más
aún ya que el siguiente reto, en el cual ya estoy dentro, es mera repostería y
poca experiencia (al menos sin ayuda) he tenido cocinando en horno. Pastel
chabela mi siguiente reto.
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